No se trata del primer no operativo iniciado, sino de la primera iniciación documentada de un no operativo en suelo inglés.
Pero ese no operativo fue el fundador y primer presidente de la Royal Society de Londres, la posible cuna de la masonería especulativa.
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Se encuentra en:
Grand Lodge of British Columbia and Yukon.
http://www.freemasonry.bcy.ca/texts/moray_r.html
Título original: The first recorded initiation in England.
Publicado originalmente por Dudley Wright en "The Builder",. 1921.
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At Neucastell the 20 day off May, 1641. The quilk day ane
serten nomber off Mester and others being lafule
conveined, doeth admit Mr the Right Honerabell Mr Robert
Moray, General quarter Mr to the Armie of Scotlan, and
the same bing aproven be the hell Mester off the Mesone
of the Log off Edenroth, quherto they heaue set to ther
handes or markes. A. Hamilton, R. Moray, Johne Mylln.
James Hamilton.
Que se puede traducir aproximadamente como:
En Newcastle, el dia 20 de mayo de 1641. En dicho día
cierto número de Maestros y otros según lo convenido,
admitieron al Muy Honorable Mr. Robert Moray,
del Cuartel General del Ejercito de Escocia
y aprobado por el Maestro de los masones
de la logia de Edenroth, quien puso en sus manos algunas marcas.
Y firman: A.Hamilton, R.Moray, Johne Mylln, James Hamilton.
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Así comienza la entrada de la primera iniciación masónica comprobada y documentada en suelo inglés dentro de la Masonería Especulativa.
Es el registro de la iniciación de uno de los más destacados hombres de su tiempo.
Su nombre, según escritos que no le son propios pues siempre firmó como R .Moray, se lo escribe indistintamente como Moray, Murria y Murrey y una confusión singular ocurrió en la edición Standard del Evelyn´s Diary, donde las entradas aparecen como Murria, en tanto que en la Correspondencia la única carta que aparece como Moray, está por supuesto firmada correctamente, con el resultado de que ambas formas aparecen en el General Index.
En los Registros de Chester , en Westminster es descripto como un hijo de Sir Robert Moray de Craigie con una hija de George Halket de Pitferran, pero la History of the Landed Gentry, de Burke y otros autorizados trabajos de referencia, afirman que era hijo de Sir Mungo Murray, lo que indudablemente es lo correcto.
Retrato de Sir Robert de Moray
Sir Robert Moray era descendiente de una antigua y noble familia escocesa de las Highland (Tierras Altas).
Fue educado en parte en la Universidad de St. Andrews y en parte en Francia, país donde tuvo empleo asegurado como militar bajo el rey Luis XIII.
Habíase ganado un gran favor con el Cardenal Richelieu, a tal grado que los historiadores franceses han remarcado que pocos extranjeros habían sido tenidos en tan alta estima por el gran ministro.
Es explicable así, que a través de la influencia del todopoderoso Cardenal y estadista, Moray haya alcanzado el rango de Coronel en el ejército francés.
Sin embargo, cuando las dificultades de Carlos I se incrementaron, Moray regresó a Escocia y fue designado General de Artillería cuando los Presbiterianos primero crearon y luego sostuvieron su gobierno.
Estaba a cargo del ejército escocés en Newcastle para la época de su iniciación, la que tuvo lugar dos meses antes que la ciudad fuera evacuada por los soldados. Moray fue hecho caballero en Oxford ,el 10 de enero de 1643, por Carlos I.
Moray estaba además en buenos términos con el cardenal Mazarino y luchó con su regimiento en Alemania, y en 1645 fue tomado como prisionero de guerra en Baviera.
A la vez fue designado Coronel del regimiento de Escocia sucediendo a James Campbell, Conde de Irving, y fue nominado por los escoceses como enviado secreto para negociar un tratado en tre Francia y Escocia, por el cual se proponía restaurar a Carlos I.
Su liberación de Baviera fue concedida y retornó a Inglaterra. En diciembre de 1646, cuando Carlos I estaba con el regimiento escocés en Newcastle, Moray preparó un esquema para que el rey escapara. Así, William Moray, mas tarde Conde de Dysert, proveyó de una embarcación En Tynemouth, con la cual Sir Robert Moray conduciría al rey que iría con un disfraz.
El rey se puso el disfraz y aún bajó las escaleras con Sir Robert, pero temiendo que no pudieran pasar por todos los guardias sin ser descubierto y juzgando esto altamente indecoroso, dice Burnet, tomó una decisión y regresó.
Luego del ascenso de Carlos II al trono de Escocia, Moray, en mayo de 1651 fue designado como Justice-Clerk (Secretario de Justicia), un puesto que estaba vacante desde la destitución de Sir John Hamilton en 1649. Pocos dias después, se lo honró como consejero privado, y, el mes siguiente ya era Lord of Session, aunque jamás había oficiado de juez.
Todos sus nombramientos, eran, sin embargo meramente nominales, con el propósito de asegurar su apoyo al gobierno, especialmente si era cierto, como afirma Word, que era afecto al presbiterianismo.
Su tío, el Rev. John Moray fue en su momento un gran oponente a los obispos y había sufrido mucho por tal opinión.
Sin embargo, en la Restauración, Sir Robert Moray fue confirmado como Justice-Clerk y Lord of Session, además de ser uno de los Lords auditores de Hacienda.
Cetro del Presidente de la Sociedad.
La Royal Society puede decirse que fue fundada por Moray: sin duda el resultado de sus sugerencias, y el Obispo Burnet dijo que mientras vivió fue la vida y el alma de la Royal Society.
Una cuestión aparece frecuentemente al afirmar muchos escritores que Moray fue el primer presidente de la Royal Society cuando el nombre del Vizconde Lord Brouncker aparece en ese puesto en la nómina.
Moray fue el único presidente de la Sociedad desde su primer reunión formal el 28 de noviembre de 1660 hasta la incorporación el 15 de julio de 1662, con la excepción de un mes desde el 14 de mayo al 11 de junio de 1662, en cuyo periodo el Dr. Wilkins ocupó ese honorable puesto, aunque en una carta en latín dirigida a M. de Monmort, presidente de la Academia de París con fecha del 22 de julio de 1661, lo llama Societatis ad Tempe Praeses.*
*Nota del T. Justamente significa Presidente temporal de la Sociedad.
No es mucho decir que a través de su influencia es que se obtuvo la Carta de incorporación.
El fue quien llevó el mensaje de Carlos II con que su Majestad aprobó los objetivos de la Sociedad estimulándola, actuando en adelante como órgano de comunicación entre el rey y la Sociedad
Moray, además fue el primer móvil en la redacción de los estatutos y reglamentos.
Actual entrada a la Royal Society en Londres
Word, el bien conocido historiador de Oxford, afirma que era un hombre sencillo que aborrecía a las mujeres, pero aquí hay un error, pues se casó con la Honorable Sophía Lindsay, hija mayor del primer conde de Balcarres, quien murió sin testar en Edimburgo y fue sepultado en Balcarres el 11 de enero de 1653.
Si la hija heredó lo gustos y aficiones de su padre, el matrimonio debe haber sido feliz, puesto que esta registrado que Sir David Lindsay, el primer Conde de Balcarres llevaba una vida privada sin ambición, erudito y que tenía la mayor colección de libros de su tiempo a la vez que era un químico dedicado.
En la biblioteca de Balcarres hay unos diez volúmenes escritos de su propia mano acerca del fascinante tema de la piedra filosofal.
Había sido ascendido a la nobleza en ocasión de la visita de Carlos I a Escocia en junio de 1633.
Después de la muerte de su esposa, que al parecer le afecto grandemente, Moray vivió lejos de las reuniones filosóficas, en una existencia de ermitaño.
En su correspondencia con Kincardin, durante ese año (1658) describe los experimentos químicos que estaba realizando a gran escala.
En una época cuando vivió en Maastricht contaba con dos habitaciones, cocina y bodega y una de ellas la convirtió en laboratorio donde pasaba sus días en perfecto contento.
“Nunca verás una tienda tal como mi laboratorio, escribió, así que tengo un nombre para eso: trabajo”.
Constantemente habla de sus labores químicas con el lenguaje de un entusiasta:
“..Es algo importante que se me permita tales volúmenes en la cantidad de mis operaciones químicas. Tengo siete alambiques en estos dos días con un fuego, mayormente con bayas de enebro, otros con agua, algunos con vinagre y otros secos”.
Moray era naturalmente de una disposición reservada. Durante una parte de su vida fue llamado a ocupar prominentes posiciones, pero jamás quiso brillar y cuidó mucho de evitar la arena política.
Sus libros, laboratorios y retortas químicas, su música, investigaciones medicas y mecánicas y sus amistades filosóficas eran para él mucho mas que lo que impacientemente llamaba política.
Estaba más feliz y mas que satisfecho con ser el Presidente de la Royal Society que Diputado Secretario para Escocia o Lord of Commision, ni Consejero privado.
Hay pocas personalidades en la historia y en especial entre quienes se han comprometido en tareas difíciles y peligrosas como las diplomáticas que sean tan generalmente reverenciados como lo fue Sir Robert Moray.
Birch, uno de los historiadores de la Royal Society, lo describe como siendo universalmente amado, estimado y reverenciado por su piedad, invirtiendo horas del día en la dedicación al ejercito y los tribunales.
Tuvo una ecuanimidad de carácter que nada podía alterar, y en la práctica era un estoico con un tinte de uno de los principios de esa secta: la persuasión de los decretos absolutos.
Un amor difuso a la humanidad y el deleite en cada ocasión de hacer un bien, lo que efectuaba con gran celo y discreción.
Su comprensión era superior a la de los hombres corrientes. Estaba considerablemente avanzado en matemáticas y destacadamente en historia natural.
No es Birch el único que aprecia su carácter. El Obispo Burnet, un historiador de alto rango, lo ubicaba entre los mas sabios y digno de su época; y en otra ocasión escribe: “Mi mas grande satisfacción es estar en deuda con él, mas que con cualquier otro hombre, excepto mi padre”.
Para Evelyn fue un confiable y excelente amigo; Sheldon, Obispo de Cartenbury estaba absolutamente ganado por su encanto y forma personal.
Pepys se refiere a él como al más excelente hombre de razón y erudición, que comprendía la doctrina de la música y era capaz de hablar acerca de todas las cosas con acierto. Mientras su soberano y amigo personal el Rey Carlos II, lacónicamente dio expresión a su independencia de carácter al afirmar que Moray era cabeza de su iglesia personal.
Un escritor de la Scottish Review de enero de 1885, decía:
“Al hermoso y destacable carácter de Robert Moray debe hacérsele justicia.
Pocos hombres de personalidad tan fuerte y decidida han dejado tan pocas huellas en los documentos públicos de su tiempo: excepto en unas pocas cartas del Consejo Privado, su firma no aparece jamás. Un escritor de la Biographica Británica afirma que su carácter general era el mas excelente posible. Fue amado y estimado por los hombres de todos los partidos y condiciones.
Pero tales expresiones de opinión se encuentran con algunas excepciones.
¿Puede un hombre ubicado en una posición de responsabilidad e influencia no encontrar enemigos?.”
Desde 1660 a 1670 le influencia de Moray afectó el curso entero del gobierno escocés, y
Mientras guiaba y controlaba, recibió el apoyo de Lauderlade contra las camarillas que se formaron para destituirlo.
Así es que Sharp, Alexander Burnet y otros apóstoles de la represión llegaron a considerarlo como un enemigo al que debían temer, y uno, Lord Glencairn hizo un intento de arruinarle.
Una carta pretendidamente hallada en Antwerp, pasa por ser escrita por él a un tal William Murray, un joven que había azotado anteriormente al rey Carlos I.
La carta daba un informe de un plan que se alegaba haber sido ideado por Moray para asesinar al rey y que pondría en ejecución ese William Murray.
Sir Robert fue acusado y puesto bajo arresto y el rumor ampliamente esparcido de que había intentado matar al rey, pero, dice Burnet, el historiador, en esta ocasión Sir Robert practicó de la manera mas eminente su verdadera filosofía cristiana sin demostrar mas que una nube en su comportamiento.
Era en la compañía de hombres tales como Andrew Marvell, John Evelyn y Robert Moray, que Carlos II, amaba pasar su tiempo y su contento no era, como se ha afirmado, el mezclarse con los tipos menos nobles de la humanidad.
Word era de la opinión que el grado de intimidad existente entre Carlos II y Robert de Moray era probablemente más filosófico que político, pues fue comisionado por Carlos II para los procesos químicos y como conductor de su laboratorio.
Birch dice que fue Moray quien primero interesó al soberano en los temas filosóficos.
Carlos II era un asiduo visitante al laboratorio de Whitehall, donde aunque era lugar de trabajo nominal de Moray, este trabajaba en realidad por y en representación del rey.
Y puede ser cierta la opinión, muchas veces expresada, de que Carlos II fue un iniciado de la realeza en la antigua y honorable orden conocida como de los Freemasons.
En cualquier caso, asumiendo, lo cual es muy incierto e improbable, que Sir Robert Moray fuese el primer no- operativo iniciado en los misterios del Oficio en Inglaterra, la Francmasonería no tiene razones en avergonzarse cuando se contempla donde fue tallada la piedra.
Moray fue el amigo y benefactor del bien conocido místico Thomas Vaugham, quien, al decir de Word, “ se estableció en Londres bajo la protección y al patrocinio de ese notable químico, Sir Robert Murray o Moray, Caballero, Secretario de Estado para el Reino de Escocia.
Para la época de la peste, Vaugham acompañó a Moray a Oxford y esté permaneció con Vaugham al momento de su muerte. Vaugham fue sepultado en la iglesia de Alsbury o Oldbury, unas ocho millas de la universidad, por encargo y cuidado del dicho Sir Robert Moray.” Esto fue en 1673, muy poco antes de su propia muerte y unas pocas horas después que informara a Word del fallecimiento de Vaugham.
La vida de Moray terminó de una manera muy brusca. Ocurrió el 4 de julio de 1673, y Burnet, registrando el evento escribe:
..” cuanto he perdido en esta coyuntura crítica, habiendo sido privado del mas verdadero y confiable de los amigos que he tenido jamás; y así digo que estaré en peligro de cometer grandes errores al faltarme un monitor semejante”…
Con fecha del 6 de julio de 1673, Evelyn escribe en su diario:” esta tarde fui al funeral de mi querido y excelente amigo, ese buen hombre y cumplido gentleman, Sir Robert Murray, Secretario de Escocia. Fue sepultado por orden de Su majestad en la Abadia de Westminster “y agrega en una nota al pie:
“Se deleitaba con cada ocasión de hacer el bien. Tenía un genio y un comprensión superior. Moray no solo fue enterrado en la Abadía de Westminster por expresa olrden del Rey, sino también a expensas del mismo.”
Su tumba se halla por la puerta de la sacristía, cercana a la de Sir William Davenant, en una ocasión premiado por el rey; su nombre aparece en el registro como Sir Robert Murray.
Su memoria perdura con John Evelyn, pues seis años después, para el 11 de julio de 1679, en un escrito al Dr. Beale, dice refiriendose a la Royal Society:
“Sabeis qué Pilares hemos perdido, Palmer (Dudley Palmer, muerto en 1666, uno del primer Consejo, con Moray de la Royal Society), Moray, Chester ( Dr. John Wilkins, Obispo de Chester), Oldemburg, etc.”
Evelyn frecuentemente menciona a Moray en su Diario, como puede verse en las siguie tes entradas:
9 de marzo de 1661: “Fuimos con ese excelente persona y filósofo, Sir Robert Murray a visitar a Mr Boyle en Chelsea, y vimos diversos efectos acerca del peso del aire.”
:9 de mayo de 1661:. “en lo de Sir Robert Murray, donde me encontré al Dr. Wallis, profesor de Geometría de Oxford, con quien Sir Robert Murray tráto de varios aspectos matemáticos.”.
22 de agosto de 1662: ( el día después que Evelyn asumiera como uno de los Consejeros de la Royal Society), cené con MyLord Brouncker y Sir Robert Murray.
25 de enero de 1665: “ Esa noche encontrándome en Whitehall, en la Sala de Estar, vino a mí Su Majestad y me agradeció por la publicación de El Misterio del Jesuitismo, que según me dijo llevaba en su bolsillo, para leerlo, expresándome su apoyo, de todo lo cual quedé no poco maravillado: supongo que Sir Robert Murray se lo había dado”.
19 de julio de 1670. “ Acompañé a mi digno amigo, ese excelente hombre, Sir Robert Murray, con Mr. Slingsby, Maestro de Moneda, para ver el último asiento y estado de bienes de Barrow Green en Cambridgeshire”.
Word recordando la desaparición de Moray, escribe:
“Tuvo la atención del rey como otras personas y fue infatigable en sus compromisos.
....Fue un renombrado químico, un gran patrono de los Rosacruces y un excelente matemático”. Sus diversas comunicaciones de experimentos, que se encuentran en las Philophical Transactions (de la Royal Society, referidas al fenómeno de las mareas) le muestran como un hombre versado en la filosofía experimental.
Moray y la masonería:
Después de su iniciación en el Oficio, hay un solo registro de asistencia a una reunión de la Logia de Edimburgo, el 27 de julio de 1647, en ocasión de la admisión de William Maxwell, doctor off Fisick ordinate to his Majéstie hines, cuando firmó al acta de la reunión. En su correspondencia, sin embargo usaba con frecuencia su marca masónica ( una estrella de cinco puntas), en especial en la correspondencia con Lauderlade, que ha sido reproducida en los Lauderlade papers sin comentario alguno, mas allá de la mera afirmación de que Moray frecuentemente usaba su marca masónica cuando se refería a sí mismo o a algún asunto importante para comunicar.
Si eso hubiera sido un acontecimiento in usual en la correspondencia de ese dia, se podría pensar que hubiera aparecido alguna referencia de tal incidente.
Una historia interesante podría ser tejida alrededor de Moray y su círculo, pues los hombres que lo componían son todos familiares a los estudiosos de la historia del Oficio.
Hombres tales como Wren, Ashmole, Brouncker y otros, todos han sido acreditados como iniciados en la francmasonería.
El nombre de Moray junto al de Christopher Wren, aparece en muchas páginas del Diario de la Sociedad .
Puede también ser de interés, aunque no se haya dicho- comparar las constituciones de la Royal Society con la de la Orden masónica.
Sprat, el primer historiador de la Royal Society, dice que se admitía libremente a hombres de diferentes religiones, países y profesiones.
Estaban obligados a hacerlo o se enfrentarían a sus propias declaraciones
Abiertamente profesaban no apoyar los fundamentos de una filosofía inglesa, escocesa, irlandesa, papista o protestante, sino una filosofia de la humanidad.
Los miembros eran elegidos por balotas, propuestos en una reunion y votados en otra.
Los deberes del Presidente eran de llamar y disolver las reuniones, proponer los temas para discusión o experimentos, regular los informes, cambiar las investigaciones de un tema a otro, admitir a los miembros elegidos.
El Presidente, en su instalación prestaba un juramento como el siguiente:
“… prometo desempeñarme fiel y honestamente en todo aquello para lo que se me ha designado, como Presidente de la Royal Society of London for Improving Natural Knowledge. Así Dios me ayude.”
Podrán deducirse mas cosas de esta declaración, pero sin dudar debe admitirse que ninguno buscó mas entre las comprendidas en el estudio de las artes y ciencias liberales que el hermano Sir Robert Moray, el primer masón conocido como iniciado en el Arte de la Francmasonería en suelo inglés.
Interesante trabajo que se puede complementar con el trabajo editado en formato de libro El Colegio Invisible de Robert Lomas
ResponderEliminarVictor Guerra