Esta publicación cuenta con la expresa autorización de su autor:
Pierre- Yves Beaurepaire.
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Université de Nice Sophia –Antinópolis. Centre de la mediterranée Moderne et Contemporaine.
Título original:
LE TEMPLE MACONNIQUE
Un espace de paix religieuse et de dialogue interconfessionnel
dans l’Europe du XVIIIe siècle
PIERRE-YVES BEAUREPAIRE.
Droits d'auteur
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La primera parte del trabajo fue publicada en este blog el 3 de febrero de 2011.
..................continúa:
4.
Pero el latitudinarismo no postula la indiferencia a la diversidad religiosa, lo que será totalmente anacrónico. Newton es hostil a toda tolerancia hacia los católicos.
¿Podría verse en el artículo primero de las Obligaciones, que siguen en las Constituciones a la parte consagrada a la historia de la Orden, una profesión de fe deísta como lo hace la historiadora norteamericana Margaret C. Jacob?. Parece un poco dudoso.
El deísmo extremo de un John Toland chocará contra los fundadores de la Gran Logia.
La primacía de la razón es afirmada, lo mismo que los principios fundamentales que permitieran trascender las diferencias, y la libertad de conciencia.
Anderson responde así al deseo de muchos escoceses de integrarse al naciente Reino Unido, con el Acta de Unión de 1707. Desaparecen las referencias de los Old Charges (los Antiguos Deberes que organizaban la Masonería operativa) a los ortodoxos católicos (los santos), del período anterior al cisma anglicano, y a lo anglicano (en el sentido de Iglesia principal episcopal). La “religión católica” a la que se refiere Anderson, significa en su sentido etimológico, religión universal. La influencia de la Royal Society es, de nuevo, incontestable:
“…(se debe) recibir libremente a hombres de religiones, países y profesiones de vida diferentes…
(…) porque profesan abiertamente, no pretenden la fundación de una filosofía inglesa, escocesa, irlandesa, papista o protestante, sino una filosofía de la humanidad”.(4)
5.
No se trata ahora de exponer los dolorosos traumatismos religiosos que un Desaguliers, de origen rochelés y hugonote experimentó personalmente.
No se trata ahora de exponer los dolorosos traumatismos religiosos que un Desaguliers, de origen rochelés y hugonote experimentó personalmente.
Sin embargo, la identificación de esa religión universal con el cristianismo, en el espíritu de los promotores y redactores de las Constituciones, tiene pocas dudas. De hecho, los eclesiásticos protestantes eran relativamente numerosos en las columnas de las logias: cuarenta y uno pudieron ser identificados con certeza en 1730 en el registro de miembros de la Gran Logia; ciento cuarenta para 1790, aunque los registros están incompletos. Ninguno de los millares de sermones conservados en la biblioteca del Lambeth Palace estigmatiza a la Francmasonería. Es verdad que los francmasones ingleses y entre ellos los eclesiásticos francmasones, eran partidarios incondicionales de la Alianza entre la Iglesia y el Estado, obra de William Wartburton publicado en 1736. El Reverendo Caleb Fleming no escribe eso en su comentario de la Alianza entre Iglesia y Estado:
“ Si la Francmasonería reconociera la supremacía del Estado, del rey y de sus magistrados, el fundamento esencial de esta alianza sería que la Iglesia debe emplear su influencia dominante al servicio del Estado, y que por su parte el Estado sostenga y proteja a la Iglesia”? Y en un sermón en Lincoln Inn, el Dr. Downs, francmasón y deán de San Pablo sostiene que: “el francmason debe ser fiel a sus obligaciones cristianas, debe celebrar la santa comunión dentro del amor fraternal (…). La Iglesia de Cristo es una comunidad de masones espirituales” (5).
6.
La República universal de los francmasones no surgirá de los cuerpos de utopías cristianas, se producirá para el siglo19 diseñada para recrear la concordia entre cristianos, borrando las divisiones que el confesionalismo de Europa hizo nacer, ofreciendo el prototipo de la ciudad cristiana pacificada.
7.
Debe señalarse que desde el origen, la Gran Logia no limitó la tolerancia religiosa a los protestantes. Los católicos no son excluidos aunque el contexto profano no le sea muy favorable; Muchas revueltas y la interdicción de acceder a todo cargo público lo muestran.
Deberíamos reconocer la generosidad del punto de vista de la Gran Logia, que se dota en 1729 de un Gran Maestre católico en la persona de Lord Thomas Howard, Duque de Norfolk Por otra parte, el cosmos masónico no se identifica estrictamente al cosmos cristiano. El Primer Gran Capellán de la Gran Logia de Inglaterra, William Dodd, ministro de la Iglesia anglicana, capellán del rey George III, estima que aunque los principios morales de la Francmasonería parecen mejor adaptados a los valores del cristianismo que a otros de no importa que religión, en realidad no son ni exclusivamente judíos o ni cristianos.
8.
En el contexto de la época, la propuesta de optar por el denominador común religioso o espiritual más pequeño, el Gran Arquitecto del Universo, aparece como de una insólita modernidad.
Los defensores de las Iglesias oficiales y los detractores de la Francmasonería no estan equivocados. Figura del episcopado francés, el obispo de Marsella, Mgr. de Belzunce condena sin apelación los conventículos masónicos en un mandamiento de 1742.
Estigmatiza las “asambleas donde son indiferentemente recibidas gentes de toda nación, de toda religión y de todo Estado. Y por ese medio logran una unión íntima que se inclina a favor de un extraño o desconocido cuando por algún signo concertado se reconoce que es miembro de esa misteriosa sociedad (6)
Las dos bulas de excomunión pontificias del siglo XVIII no son las únicas causas.
Los francmasones protestantes también son victimas de la Inquisición. Hablamos en especial del lapidario John Coustos, fundador de logias en Londres, París y Lisboa que se erige como un verdadero mártir de la Orden.
Su declaración publicada en 1746,” The Sufferings of John Coustos for free-masonry and for his refusing to turn Roman Catholic, in the inquisition at Lisbon; where he was sentece´d during four year to the galley; and afterwards releas´d....”conoció una larga difusión mucho mas allá de los medios masónicos.
( “ ...Los sufrimientos de John Coustos por la free-masonry y por rehusar convertirse en católico romano, en la inquisición de Lisboa, donde fue sentenciado a cuatro años de galeras; y después de ser liberado…”)
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