jueves, 7 de noviembre de 2013

La Masonería Real Arco antes de la Unión de 1813



Próxima entrada de La Imprenta de Benjamín, el domingo 17 de noviembre.
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Publicado en The Builder Magazine Mayo 1925.Volumen XI. Número 5, y reproducido aquí con autorización del Museo de la francmasonería, www. Phoenixmasonry.org.

Título original: Royal Arch Masonry Prior to the Union of 1813
By BRO.JOHN STOKES, M.A., M.D.
Past Asistente Gran Morador RA. Inglaterra; Segundo Vigilante Logia Quatuor Coronati 2076.
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Este artículo, tiene ya casi cien años y perfectamente podría haber sido escrito ayer. La situación en el estudio de la masonería Real Arco, continúa siendo un enigma tanto en sus orígenes como el lugar que fue ocupando desde su aparición en mitad del siglo XVIII.
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Dice el autor:

En toda la historia del Oficio no hay otro rompecabezas como el misterioso origen del grado de Real Arco.
Hay dos condiciones que han contribuido a esta nebulosa condición. La primera es que aquellos que conocían algo definido acerca de cuando sucedió su inserción, no dejaron nada registrado de tal conocimiento y la otra es que aquellos que sí escribieron respecto a este grado en los primeros años del último siglo sabían muy poco de lo que hablaban, pero es tolerablemente cierto que de eso de lo que poco sabían- e incidentalmente de otras cuestiones masónicas- no vale la pena conocer casi nada.

El tema fue enfocado desde mucho antes por ilustrados caballeros, presumiblemente de descendencia teutónica, que tuvieron ocasión de describir un camello. Ellos jamás habían visto un camello  y no tenían ni remota idea de a qué se parecía, así que procedieron a fabricar su camello en lo profundo de su imaginación con resultados sorprendentes.
De modo semejante, la evolución de la masonería Real Arco se atribuyó a distintas fuentes con las cuales en realidad nada tiene que hacer ni aún en la mas mínima relación.
El ipse dixit de esas personas fue imponer un estilo autoritario citando numerosos escritores de modo que una persona poco instruida no pudiese dudar de sus asertos ni intentar refutar sus conclusiones.

Pero, sin embargo, cuando el origen del grado se enfocó examinando las actas originales de la Gran Logia y de las logias y capítulos particulares, se hizo obvio que el método de escribir historia mediante un viaje a los reinos de la fantasía no era el mejor camino para arribar a la verdad del asunto.
 También fue evidente que los asertos de esos así llamados historiadores estaban basados, no ya en hechos seguros o probados, sino meramente en conjeturas más o menos inteligentes. Se asumió que el grado había evolucionado de cierta forma y que por tanto debió de haber surgido de la misma manera.
Semejante actitud de mente es fatal para un investigador, pero muy fácil de seguir: se adelanta primero  una teoría, más o menos probable, y recién después los hechos o solo de entre ellos los que puedan aparecer como los más apropiados que son así forzados a coincidir con la teoría. Tales métodos producirán un efecto caótico en la mente del genuino buscador de conocimiento.
Quizás lo mejor será confrontar primero con las nociones desacreditadas de antiguos escritores y luego dar un resumen de lo que realmente sabemos, dejando el dominio de la conjetura, que tiene su propio lugar, a quienes prefieran ese método de resolver una cuestión controvertida.

La “Teoría del Caballero Ramsay”, desacreditada.
 A nuestro querido y más elusivo amigo, el Caballero Ramsay- que pudo o no ser un francmasón porque no existe certeza de una cosa ni de la otra- en una época  se le dio todo el crédito.
Tiene que haber sido un hombre destacado si hubiera hecho aunque sea la decima parte de las cosas que se le atribuyen. En un período fue tutor de los hijos de Estuardo y tuvo una carrera muy variada dedicando su vida a la restauración de la familia Estuardo en el trono de Inglaterra, empresa en la que falló, tal como les sucedió a todos los que intentaron ayudar a esa dinastía infortunada y decadente.
Parece haber dirigido su atención a cualquiera y todo el que pudiera darle asistencia, aun vaga e improbable, podría casualmente serle de utilidad en sus designios.
Y qué decir de la organización mundial de la orden masónica, entonces culto de moda entre la aristocracia francesa?
Con esta finalidad y meta a la vista, carga con el crédito de la invención de toda suerte de grados masónicos. No existe prueba alguna de que haya conseguido algo semejante.      El 21 de marzo de 1737, Ramsay escribió un discurso masónico de esa clase indefinida que tiene un innegable encanto pero demostrablemente irreal, ante la Gran Logia en París o ante una logia ordinaria donde se mencionaban distintos grados masónicos.

En cualquier caso, sus esquemas no condujeron a nada, la casa de Hanover permaneció firme en el trono y tanto como sabemos, la francmasonería siguió como de costumbre.
El discurso ciertamente que no fue leído en esa  ni en ninguna otra logia. Tampoco es cierto que Ramsay haya escrito algún discurso, todo lo que sabemos es que dijo haberlo hecho. De esta débil fuente es que provienen todas las implicaciones teóricas de Ramsay como una suerte de arco conspirador, que aportaba toda suerte de innovaciones a la masonería.

 Los escritos del Doctor Oliver no son confiables
El H. Hugham, en su Origin of the English Rite ( 1909. Ed.pp.81, sqq) dice: -“ El Dr.Oliver ( Origin of the English Royal Arch. P.39) afirma que el Caballero Ramsay..” visitó Londres en los primeros tiempos del período en cuestión, con el propósito de introducir su nuevo grado en la masonería inglesa; y que sus esquemas fueron rechazados por la Gran Logia Constitucional( primera Gran Logia), nada aparece como mas probable que eso que iba a dejar en manos de los cismáticos…. fuera lo que Ramsay  habría dedicado a la fabricación del grado inglés”. Disiento completamente de tales afirmaciones por muchas y suficientes razones. No existe la menor prueba de la que las invenciones de Ramsay fueran rechazadas ni por la Gran Logia de Inglaterra ni por su rival de los Masones Atholl( Antiguos) ni por ningún otro cuerpo masónico de Gran Bretaña e Irlanda; sumado a que el “ se unió a la mayoría”, al menos unos tres años antes del periodo de la Exaltación de Dermott como un masón Real Arco y que la Gran Logia Atholl no vino a la existencia hasta después de unos siete años de la muerte de Ramsay. Soy enteramente de la opinión de que si el Caballero visitó alguna parte de Inglaterra o de Irlanda para los 1740s, no fue por propósitos masónicos sino políticos , pero también para eso carecemos de información y solo podemos especular.”
El Rev. Dr.Oliver fue una muy estimada persona y un gran escritor. Como uno de los pilares de la Iglesia de Inglaterra, realmente debería haber sido mas cuidadoso en sus afirmaciones sin pruebas; y pienso, como Sidney Smith dijo de un predicador en el púlpito que estaba “ unos tres pies por sobre la contradicción”. Y así el erudito Doctor con frecuencia se contradijo a sí mismo, al punto de habernos salvado de hacerlo por él. Así que no queda claro hasta qué punto se le puede dar crédito y hasta que punto él creía en sus propias aseveraciones.

Otras opinions
Gould:
El H. Robert F.Gould en su History of Freemasonry ( Vol II, p.457) trata de probar que el grado de Real Arco tuvo su debut en los grados “ escoceses” que surgían por todas partes en la Francia de los 1740s. En esa época, Francia rebosaba de partidarios ingleses y escoceses de la causa Estuardo, quienes encontrando que el clima de su propia tierra no era saludable para ellos, cruzaron el canal para complotar a favor de esos Estuardo. La mayoría eran o se convirtieron en católicos romanos y es dudoso que conscientemente se hubiesen unido a la orden masónica. Gould hace su mejor esfuerzo con una causa tan pobre, pero no prueba nada.

Findel.
 En su History of Freemasonry, p. 182, Findel  afirma que:
“ El grado del Real Arco consta en esencia  de elementos decididamente franceses en su origen, pero recibidos en una forma distinta a su llegada a Inglaterra, con agregados de los altos grados que entonces eran florecientes en el continente”
 Otra vez nos encontramos con una aseveración ex catedra y sin el menor intento de probarla. Lo que nos gustaría es tener con pelos y señales la prueba de esas afirmaciones, pero si se trata meramente de suposiciones, sería mejor decirlo y dejar todo como está.

Kloss, sin embargo, tiene algo mejor para dar: una fecha definida. Dice que la masonería Real Arco fue introducida en Inglaterra en el año 1741 y a continuación afirma que los ingleses se encontraron con el grado durante la guerra de sucesión austríaca entre los años 1741 y 1742.
Así que tenemos por fortuna algo mas definido. Sabemos de los movimientos de tropas inglesas durante esa campaña inconclusa en la cual Federico el Grande consiguió lo que quería, y el resto, incluyendo Inglaterra, solo agregaron a la deuda nacional.
Alrededor de 16.000 soldados ingleses estaban estacionados en Holanda, pero no comprometidos realmente con las fuerzas de María Teresa. No podemos decir que ningún inglés estuvo en Austria o en sus contornos durante ese período, pero la historia suena como improbable a la vista de eso. En cualquier caso, si esas gentes accedieron al grado en 1741 o 1742,¿ porqué esperarían hasta 1774 para introducir el grado en Inglaterra?, si sabemos que el Real Arco ya estaba aquí ( Inglaterra) antes de tal fecha.
Así que puede observarse que todas esas “ autoridades” adscriben la “ invención” del grado a fuentes extranjeras, preferiblemente francesas. Estanos acostumbrados a que las cosas siempre se atribuyan a un origen no inglés, no es para sorprender; pero si el grado fue inventado en alguna parte, ¿ no sería posible que este país decadente pudiera haber sido capaz de dar a luz algo a su altura?

Los hechos, en la Masonería RA.
Ahora abandonemos ese fascinante reino de la conjetura, esas extrañas y extravagantes hipótesis sin una ápice de prueba y veamos de lo que realmente se puede dar fe.
Hughan, un escritor cuyas aseveraciones siempre han estado apoyadas por evidencia documental , que jamás hizo una afirmación sin antes pensar en lo que significaba y cuyo juicio es del mas elevado orden, decía:
“ Es probable que la masonería Real Arco fuera la primer ceremonia asociada con los grados del Oficio, aunque antes de que existieran actas de reuniones Real Arco había registros de grados extras; pero las referencias anteriores a 1743-4 lo ubican en la posición de ser una de las ceremonias adicionales mas antiguas” ( Origin of the English Rite, p.739.
La fecha de aparición del Real Arco puede entonces trazarse hacia el año 1740 aunque haya sido trabajado antes de esa fecha, pero la evidencia documental que indica que era bien conocido después de tal fecha, está cada vez mas establecida  a medida que los antiguos registros van saliendo a la luz.
La primera mención del grado en la literatura contemporánea es el trabajo titulado “A Serious and Inpartial Enquiry to the Cause of the presente Decay of Free-Masonry in the Kingdom of Ireland, written by Fifield Dassigny, Dublin, 1744.” ( Una investigación seria e imparcial acerca de las causas de la decadencia de la francmasonería en el reino de Irlanda).
Este libro había desaparecido hasta que el H. Hugham en 1867, descubrió una copia, que ahora se conserva en la Biblioteca de la Gran Logia de Iowa, USA. Posteriormente se descubrió otra copia que está en la Biblioteca de West Yorkshire. En su trabajo, Dassigny específicamente alude al grado de Real Arco como que estaba siendo trabajado en varias ciudades. L. Dermott lo cita en varias ocasiones en su Ahiman Rezon, primera edición, 1756.

Registros de los Estados Unidos de América
Desde el punto de vista de la continuidad del trabajo, nuestros hermanos americanos pueden justamente congratularse a sí mismos, puesto que el Capítulo Jerusalem Num.3 de la ciudad de Filadelfia ha trabajado el grado sin interrupción desde 1758 hasta hoy, verdaderamente una posición de privilegio!
 La primer acta trazada de una ceremonia Real Arco se encuentra en USA, donde una logia irregular de Fredericksburg, Virginia, el 22 de diciembre de 1753 hace constar que “ varios hermanos fueron ascendidos al grado de masón RA” ( Raised to degree of Royall Arch mason)
Los “Antiguos”, abogados de la Masonería RA.
El gran protagonista del Real Arco fue Lawrence Dermott quien no perdía oportunidad, de proclamar que el grado esa parte esencial y necesaria de la francmasonería. Dermott había sido iniciado en Irlanda en 1740 y llegó a Maestro de la logia num. 26 de Dublin en 1746, el mismo año en que fue hecho masón Real Arco. En 1748 se trasladó a Londres y para 1752 era el Gran Secretario de la Gran Logia “Atholl” de los masones generalmente conocidos como “ Antiguos”.Su capacidad de trabajo era sencillamente asombrosa; al comienzo de su carrera era de oficio pintor trabajando hasta  12 horas al día. Al finalizar su jornada oficiaba de Gran Secretario. Escribió innumerable cartas y siempre disputando con alguno, propio o rival. Si la combatividad es una característica de la raza irlandesa, como se ha dicho, entonces Dermott llevaba al menos una doble asignación de semejante característica. Su correspondencia es mas áspera que amable y en general puede decirse que utilizaba sin ostentación el puño de hierro antes que el guante de seda. A su potente esfuerzo es que sin duda se debe el rápido avance de lo que llamaba “ la raíz, el corazón y la médula de la masonería”. Murió en 1791, no vivió para ver los frutos de sus mas secreta esperanza; pero antes de su muerte era ya obvio que sus ideas habían ganado en ascendencia y que solo era cuestión de unos pocos años para que prevalecieran.

Los “Modernos” y la Masonería RA
Fue con gran dificultad que la Gran Logia Regular (Modernos) se dio por notificada de la existencia del grado de Real Arco. Pero a la vez el grado era trabajado ampliamente por masones “ regulares” desafiando la prohibición de sus autoridades.
 Hoy en día una condición semejante se presenta en la Gran Logia de Escocia, que se rehusa a cualquier forma de reconocimiento del grado de Real Arco, aunque esa falta de reconocimiento no evita que el grado no sea exitosamente practicado en ese país.
En Inglaterra, sucesivos Grandes Secretarios intentaban poner paños frios sobre el grado y de tiempo en tiempo emitían alguna directiva como “ Nuestra Sociedad no es ni Arco, ni Real Arco ni Antigua”.  El curso inexorable de los eventos, sin embargo provocaron un cambio de esta actitud que culminó con la aceptación del grado en los Artículos de la Unión entre las dos Grandes Logia de Francmasones de Inglaterra, propuesto el 25 de noviembre de 1813 y ratificado el 1 de diciembre de ese año:
Cláusula 2 de esos artículos. 
“ Se declara y pronuncia que la pura y Antigua masonería consiste de tres grados y no más, a saber, los de Aprendiz Ingresado, Compañero de Oficio y Maestro masón, incluyendo la Suprema Orden del Santo Real Arco. Este artículo no intenta impedir que alguna logia o Capitulo mantenga reuniones en cualquiera de los grados de las ordenes de Caballería de acuerdo a las Constituciones de dichas Ordenes”. 
 Así se consiguió para la Suprema Orden del Santo Real Arco esa alianza con el Oficio para la que Dermott había pasado la mayor parte de su vida intentando asegurar.
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