El autor de este artículo analiza la progresión de los rituales desde la masonería de 1717, concluyendo en que habiendo sido en su momento una innovación producto de la necesidad de mostrar una antigüedad inmemorial, tal vez sería tiempo de introducir otra, y dice:
“…… me pregunto si no es el tiempo de crear otra innovación en la masonería; la de educar a los masones para que el ritual en uso sea un proceso dinámico, tal como lo es el aprendizaje.
Por supuesto que no necesitamos adoptar mas palabras. Pero consideremos qué instructivo sería si una diversidad de rituales pudiera ser introducida como una herramienta de ayuda para la instrucción; si sistemas rituales alternativos pudiesen ser adoptados en otras jurisdicciones a través del mundo y fueran ejemplificadores del trabajo en las logias sancionado por una Gran Logia. Imaginemos cuan excitante y vigorizante pudiera ser que tuviésemos diez o veinte rituales distintos disponibles para trabajar en todas las Grandes Jurisdicciones! “
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Título original:
Masonic Ritual Is An Innovation
George S. Davis.
http://robertgdavis.blogspot.com/2008/11/masonic-ritual-is-innovation.html
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Cuando en la ceremonia de Instalación se le pregunta al Maestro de la logia si acepta que no está en el poder de hombre alguno hacer innovaciones al Cuerpo de la Masonería, es importante que entienda que ese Cargo tiene por finalidad la preservación de la estructura organizativa de la Francmasonería y no de las ceremonias rituales.
Pero equivocadamente mas de un Gran Maestre o custodio del Oficio intentaron e intentan aplicar esa admonición al ritual en sí.
Un breve repaso del desarrollo ritual y sus variadas formas a lo largo de todas las jurisdicciones masónicas, mostrará rápidamente que esta cuestión tomada de los “Antiguos Cargos” nada tiene que hacer con los aspectos ritualisticos de la fraternidad.
Nuestros fundadores jamás intentaron que las ceremonias rituales permanecieran estáticas. La prohibición de innovar no se aplica al ritual masónico siendo que este es la única base en la cual la luz de la masonería es transmitida y revelada.
Y aún la insistencia de la Gran Logia Unida de Inglaterra de que “ la pura y antigua francmasonería consiste de tres grados solamente, incluyendo el Santo Real Arco” es históricamente inexacta. Las Grandes Logias siempre han decidido por sí mismas exactamente de que consisten sus rituales.
El único “puro, antiguo” ritual masónico del mundo es el que existía en 1717 cuando se formó la primera Gran Logia. Sabemos de ese ritual porque fue extensamente difundido como manuscritos en la forma de catecismos, que aún existían entre 1696 y 1715, todos los cuales provenían de Escocia. Lo sorprendente de esas publicaciones es que hallaron su camino para ser adoptadas para su uso por las logias inglesas.
Mas significativo aún, hallamos en ellas mucho de la fundación sobre la cual se crearon los rituales masónicos posteriores- el método de ubicar el pie, la mención al Aprendiz y Compañero de Oficio, los cinco puntos de la amistad, la mención de la escuadra, compás y la Biblia en el mismo contexto; el pórtico del Templo del Rey Salomón, el signo penal; la penalidad- mucho se reconoce allí.
Esta mas allá de toda coincidencia que se encuentren características comunes en todos los viejos catecismos.
Y hay otro punto extraordinario en todos ellos: los Grados no son mencionados.
Cuando la primer Gran Logia del mundo se creó solo existía la ceremonia para hacer un masón- Una “Aceptación y la parte del Maestro”.
En efecto, no hay evidencia de un sistema de tres grados o de un tercer grado antes de la famosa divulgación de Samuel Prichard titulada “La Masonería Disecada” de 1730.
Esto hace que el grado de Maestro Masón fuera una innovación!
Los historiadores mas serios coinciden en que el tercer grado fue introducido alrededor de 1725.
Y llegó a ser popular en las dos décadas siguientes sobre todo porque los masones adoptaron las Divulgaciones de Prichard como una ayuda al trabajo de memoria.
Así es que su obra no autorizada llegó a convertirse en el primer Monitor masónico!
Y fue el libro de ritual no oficial de los francmasones por decenios. También contiene la primer mención de la leyenda Hirámica.
Nadie sabe de donde provino esa historia, pero se sospecha que su autor pueda ser Desaguliers, quien fue Gran Maestre en 1719 y Diputado Gran Maestre en 1722 y 1726.
Y ese es el período en que el tercer grado se introdujo en las ceremonias de la primer Gran Logia.
La sospecha lógica es que Desaguliers y sus amigos de la Royal Society son los responsables. Y ciertamente nada podía haberse introducido sin su aprobación. En efecto, el Oficio cambió dramáticamente mientras Desaguliers estaba en escena.
La Gran Logia pasó de ser una Fiesta Anual de reunión, a un cuerpo administrativo completo con actas y dirección política de las logias, incluyendo la estructura de los grados.
Desaguliers y sus amigos, si es que crearon el tercer grado, encaminaron a la Francmasonería en un nuevo curso. Para 1730, la ceremonia que conocemos como Real Arco había sido también desarrollada, como la revisión de un antiguo relato griego del año 400 DC.
Para 1735, el Rito de Perfección, que consistía de 14 grados fue introducido sentando una cronología bíblica a la estructura del ritual masónico. Tanto el Real Arco como el Rito de Perfección, innovaciones como eran, fueron declarados por los miembros “revitalizaciones” de la antigua masonería, porque automáticamente otorgaban una fachada artificial de antigüedad a los grados de la Orden.
Al cabo de pocos años, aun los historiadores de la Gran Logia escribían que esos grados eran la supervivencia de un antiguo sistema. Y llegó a estar de moda sostener que no había nada innovador en ellos!
Por supuesto , todos esos nuevos grados-ordenes fueron adoptados con una sencilla premisa- que lo que se había perdido en el tercer grado, había sido reencontrado.
Y es por esta causa que todos guardan una asombrosa similaridad en su estructura-todos muestran signos de emanar de la misma fuente, con la misma regularidad en las formas. Así es que aún como grados adicionales desarrollados, retuvieron una estructura “tradicional”.
Tal similaridad de estructura es una evidencia mas de que nuestros grados masónicos fueron creados a la moda como en una ola. Y todos proclamaban que conservaban los mas grandes secretos que los dedicados buscadores debían hallar.
A la vez que los grados y órdenes fueron creciendo por pasos agigantados tanto en el Rito de York como en las tradiciones del Rito Escocés, los masones ritualistas de las logias simbólicas continuaron haciendo agregados al lenguaje de los primeros tres grados, y sustancia a sus formas. Durante la segunda mitad del siglo XVIII hubo un extraordinario crecimiento en el significado intelectual que se agregó a los huesos del “puro y antiguo” concepto de los simples catecismos de 1717.
Y en efecto, el desarrollo ritual y expansión continuaron siendo una moda y un medio de educar al Oficio hasta bien entrados los 1820s.
Habíamos en efecto creado una escuela de educación que prosperó por casi un siglo hasta que las Grandes Logias, especialmente de América determinaron que debía de existir solo un ritual, un solo juego de palabras- que eran las que ellos adoptaron- y todo lo demás dejaba de contar.
Sin embargo, las Grandes Logias Americanas establecieron otra innovación en masonería- y era que el ritual quedaba fijado en el tiempo.
Decidieron que la pura y antigua masonería era la suya solamente. El ritual masónico llegó a ser una cosa fija y estancada. Esa innovación del siglo XIX bien pudo haber marcado el inicio de la declinación de la masonería.
Fue durante esa era que las Grandes Logias colectivamente decidieron que ya no había mas nada que aprender del ritual. Las palabras fueron puestas en el congelador.
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Quizás sea el tiempo de tener otra vez a la masonería a la moda, tanto en la variedad de sus formas rituales como en sus desarrollos intelectuales, donde los discursos, ensayos y diálogos se compartan regularmente en logia- focalizados todos en esclarecer las mentes.
Podría ser que los artículos mas instructivos e informativos llegaran a formar parte de los Monitores Masónicos; no para ser memorizados, sino para ser sancionados y publicados para beneficio de aquellos que buscan acceder al conocimiento por las vias de la masonería- aquellos que saben que Mas Luz masónica no es propiedad de una Gran Logia, sino al contrario, de los individuos y sus hermanos en la búsqueda colectiva de una forma de vida- una búsqueda de aquello que se perdió en las palabras y en sentido.
En ejercicios como estos, ¿ no estaríamos practicando otra vez aquella “ pura y antigua” masonería? Tal vez sería otra innovación a nuestro antiguo Oficio.
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