Existe una tendencia por parte de los historiadores de la masonería en ver a Anderson como un simple pirata, difuso y nada confiable en la mayoría de las cosas, excepto en los Cargos y Regulaciones, que tampoco le eran propios, sino transcripciones de artículos tomados de los Antiguos Deberes bajo la autoridad de la Gran Logia.
La cuestión es si las cosas atacadas por los críticos como inventos, son realmente importantes o si el relato de Anderson puede ser aceptado como sustancialmente correcto.
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El autor de este artículo, Ossian Lang, Gran Historiador de la Gran Logia de New York, en 1932, ensayaba una defensa desde la teoría de la descendencia de los masones operativos.
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.Título original: Was Anderson Right? Who was he?
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Una revisión de su relato de los primeros seis años de francmasonería organizada.
La historia de la formación de la primer Gran Logia de Libres y Aceptados Masones en el mundo se ha relatado innumerables veces.
Las primeras y únicas ediciones oficiales son las que se hallan en la primera y segunda edición de las “Constituciones de los Francmasones”, publicadas por orden de la Gran Logia de Inglaterra.
La primera edición (1723) contiene solo una referencia de pasada a ese evento, pero incluye una lista de las logias registradas existentes en 1722.
La edición de 1738 proporciona un resumen de lo ocurrido entre 1716 y 1723 y aún después.
El relato fue escrito unos veinte años después que sucedieran esos eventos y es posible, por supuesto que el texto tuviera algunos errores.
Este informe, respetuosamente sometido, presenta las conclusiones a que se arribó después de cuidadosas consideraciones de eruditos críticos del texto de Anderson y sus incidencia sobre ciertos hechos respecto al período formativo de la francmasonería organizada desde 1716 al 24 de junio de 1723, fecha en que la Gran Logia instaló su primer Gran Secretario, y desde entonces, en adelante se han registrado sin interrupción y existen aún.
Tedioso como pueda parecer el examen de los cuestionamientos a la veracidad del relato de Anderson, esas críticas han tenido cierta prédica pero solo a partir de los estudiosos que las produjeron y , si no es por alguna otra razón, parece importante que los hechos deben establecerse firmemente tanto como para poner a prueba a los escritores que, si pudieran, mantendrían la historia de los comienzos bajo la incertidumbre y en un ejercicio donde pudieran liberar su imaginación con el pretexto de la historia.
El texto original del primer Libro de las Constituciones fue compilado y completado antes del 24 de junio de 1722, llevado a la imprenta el 17 de enero de 1723 y a la venta en febrero, como se evidencia de un anuncio en el London Post Boy del 26-28 de febrero de 1723:
“Este día se ha publicado la Constitución de los Free-Masons, conteniendo la Historia, Cargos, Regulaciones &, de la mas Antigua y Muy Respetable Fraternidad, para uso de las logias. Dedicado a su Gracia, el Duque de Montagu, último Gran Maestre, por obra de su Gracia, el Duque de Wharton, actual Gran Maestre, autorizado por la Gran Logia de Maestros y Vigilantes en la Comunicación Cuatrimestral. Su publicación fue autorizada y recomendada a los hermanos por el Gran Maestre y su Diputado. Impreso en el Año de la masonería de 5723; de Nuestro Señor 1723. Vendido por J. Senex y J. Hooke, cerca de la Iglesia de S. Dunstan´s en Fleetstreet.”
La primera edición tiene una sola referencia en el principio, y algo vaga:
“ Y ahora los nacidos libres de la nación británica, apartándose de guerras civiles y extranjeras y disfrutando los buenos frutos de la paz y la libertad, que en los últimos tiempos mucho ha debido su feliz genio a la masonería de toda suerte y revivido las decaídas logias de Londres, esta fantástica metrópolis ha florecido, así como en otras partes, con muchas logias particulares, teniendo una Comunicación trimestral y una Gran Asamblea Anual, en las cuales las formas y usos de la mas antigua y honorable fraternidad son ampliamente propagados, el Real Arte debidamente cultivado y el cemento de la hermandad preservado, tal que el cuerpo completo se parece a un Arco bien construido; varios nobles y caballeros del mejor rango, con clérigos y eruditos estudiosos de muchas profesiones y denominaciones, han francamente coincidido en tomar los Cargos y vestir las insignias de un Masón Libre y Aceptado bajo nuestro actual digno Gran Maestre, el muy noble príncipe John, Duque de Montagu”.
James Anderson, uno de los pocos retratos conocidos
Anderson apareció en la Gran Logia por primera vez en septiembre de 1721 y podría no haber tenido parte en la formación de la sociedad antes de esa fecha..
Un punto de especial interés en la citada declaración es que “las logias particulares tendrán una Comunicación Trimestral y una Gran Asamblea Anual.”
Nada se dice de una Gran Logia
En una segunda edición del Libro de las Constituciones (1739) (proporciona un detalle considerable, pero casi ninguna referencia se da de los asuntos anteriores a 1723, que no son cuestionados.
Su “descuido” ha sido severamente criticado y no siempre con justicia.
Anderson, debe recordarse, tuvo que atenerse casi exclusivamente a rumores.
Los detalles de lo que tuvo lugar, antes de que el Gran Duque de Montagu llegara a ser el Gran Maestre, probablemente le fueran proporcionados por su amigo Jacob Lambell (o Lamball), un carpintero que asistió a la primera Asamblea el día de Juan Bautista en 1717 y conservó su afiliación al Oficio por muchos años desde entonces.
Habiendo sufrido serias pérdidas financieras en el desastre del South Sea Bubble de 1720, Anderson trató de compensarlo por medio de las compilaciones, que presentaban un mercado rentable.
En su descripción de los eventos, tal vez haya dado rienda suelta a su imaginación allí donde se encontraba con un hiato, pero no hizo mas que otros con el objeto de escribir una Historia masónica.
En defensa de Anderson podemos decir que fue el pionero en ese campo y que no tenía ninguna guía.
Mas aún, no se infligió realmente ningún daño serio a la reputación del Oficio, lo que no puede ser igualmente dicho de algunos escritores no críticos con abundantes oportunidades a mano para acercarse a la verdad.
Es bueno mantener esas cosas en mente al leer por ejemplo al trabajo de Lionel Vibert titulado “Constituciones de Anderson de 1723”, originalmente preparado para la Logia Quatuor Coronati de Londres y reimpreso en forma de libro; o el monumental trabajo del H. Dr. Willhem Begemann, “La francmasonería en Inglaterra”, quien primero formuló las estructuras que han sido reiteradamente repetidas por distinguidos historiógrafos.
Sin el relato de Anderson, acerca de lo que ocurrió entre 1716 y el primer nombramiento de un Secretario de la Gran Logia el 24 de junio de 1723, no contaríamos con casi nada que arrojara alguna luz acerca de los comienzos de la francmasonería, excepto algunos artículos de periódicos callejeros y las anotaciones en diarios y cartas.
Si los hombres que habían sido activos participantes en los eventos relatados por Anderson en las Constituciones de 1738 y que aún estaban con vida, no encontraron fallas en su crónica, no parece ser razonable traerlos ahora a la discusión.
Los artículos de periódicos coleccionados por Sir Alfred Robbins y publicados en el volumen XXII de las Transactions de la Logia Quatuor Coronati; el Diario y las Cartas de Stukeley conteniendo referencias a hechos masónicos en Londres desde el 6 de enero de 1721, de las cuales Gould extractó y leyó ante la Logia QC el 23 de julio de 1893, y varias notas encontradas en publicaciones contemporáneas, proporcionan correctivos para alguna cosa que pueda hallarse errónea en Anderson o no incluida en su crónica.
Después de todo lo dicho y hecho, hallaremos que su principal defecto, si es que era uno, es que se inclinaba a presentar todo a una luz demasiado optimista.
De mi parte, siento que la Francmasonería tiene con James Anderson una gran deuda de gratitud mayor que con otros hombres de aquellos días, excepto quizás con Desaguliers y Payne.
La crónica de los eventos masónicos desde la formación de la primer Gran Logia en 1717 hasta el comienzo de la primer acta oficial en 1723, tal como la asienta Anderson en sus Constituciones de 1739, ha sido reimpreso muchas veces como la Historia oficial de la Gran Logia de Inglaterra para ese período.
Aún así, para conveniencia en la revisión crítica, parece deseable repetir algunas cosas. Esas son:
1717.
El Rey George I, entró a Londres muy magnificentemente, el 20 de septiembre de 1714. Y después de la Rebelión ocurrida en 1716, las pocas logias de Londres que se hallaban descuidadas por Sir Christopher Wren, buscando fijar el cemento bajo un Gran Maestre como Centro de Unión y Armonía, que se reunían:
En Goose and Gridiron Ale-house en St. Paul's Church-Yard.( del ganso y la parrilla)
En Crown Ale-house en Parker's Lane cerca de Drury-Lane.( de la corona)
En Apple-Tree Tavern en Charles-street, Covent-Garden. ( del manzano)
En Rummer and Grapes Tavern en Channel-Row, Westminster( la copa y las uvas)
Ellos y algunos antiguos hermanos reunidos en la dicha Apple-Tree y habiendo ubicado en la Silla al Maestro Masón mas antiguo (ahora maestro de una logia), se constituyeron en una Gran Logia Pro Tempore en la Debida Forma y a continuación revivieron las Comunicaciones Trimestrales de los oficiales de Logia (llamadas Gran Logia), resolvieron mantener la Asamblea Anual y la Fiesta, eligiendo a continuación a un Gran Maestre de entre ellos en espera de tener el honor de un hermano noble a la cabeza.
Sir Christopher Wren, el renombrado arquitecto, fue adoptado como hermano el 18 de mayo de 1691 en una gran convención en la Iglesia de St. Paul de la Fraternidad de los Free-masons, tal como aparece en la anotación de John Aubrey (1626-97).
La Fraternidad o (o Compañerismo) de los Freemasons era un círculo diferente de la Honorable Compañía de Masones de la Ciudad de Londres.
Frontispicio de las Constituciones
Es por lo menos una coincidencia que la Logia Fundadora Num. 4 se formó el mismo año en que Sir Christopher Wren fue adoptado en la fraternidad.
Mas aún, hay una tradición tenaz con al menos un soporte, que afirma que Sir Christopher Wren fue electo como cabeza de la fraternidad.
Se supone que en tal caso mantendría un interés activo.
Anderson, obviamente siguió la corriente cuando habla de que las pocas logias de Londres estaban descuidadas por Wren.
El día de San. Juan Bautista, el tercer año del Rey George I, A.D. 1717, la Asamblea y Fiesta de los Libres y Aceptados masones se celebró en la antedicha taberna Goose and Gridiron ( El ganso y la parrilla).
Antes de la cena, el Mas Antiguo Maestro en la Silla (ahora maestro de logia), propuso una lista de candidatos, y los hermanos por aclamación con las manos eligieron a Mr. Anthony Sayer, gentilhombre, Gran Maestre de los masones, que fue a continuación investido con las insignias del Oficio y aprobado por el dicho mas antiguo Maestro, e instalado , debidamente congratulado por la Asamblea que le ofreció su Homenaje.
Mr. Jacob Lamball, Carpintero. Capt. Joseph Elliot, Gran Vigilante, Sayer Gran Maestre, ordenó a los Maestros y Wardens de las Logias reunirse con los Grandes oficiales en todas las Comunicaciones Trimestrales, en el lugar que señalen en su convocatoria enviada por el Tejador.
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Nota: Se llamaba Comunicación Trimestral (Quarterly) porque debía realizarse cuatro veces al año según el Antiguo uso, y cuando el Gran Maestre esta presente, era una logia en forma amplia ( o Gran Logia)
Que las Comunicaciones Trimestrales de los oficiales de las Logia (llamadas Gran Logia), se mantuvieran en 1716, representaban una revivificación, lo que ha sido negado por eruditos escritores con un considerable énfasis.
¿Porqué?
Había sido costumbre de las Corporaciones Inglesas de Construcción o Compañías de Masones desde “tiempo inmemorial” mantener las Comunicaciones Trimestrales usualmente el día de Michaelmas ( 25 de septiembre), la Fiesta de San. Juan Evangelista (27 de diciembre) y día de la Señora) (Lady day) 25 de marzo, manteniendo la Fiesta Anual el día de San. Juan Bautista el 24 de junio.
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Nota del T. Michaelmas: fiesta de San Miguel Arcángel
Lady Day: Día en homenaje a la Virgen María.
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Así es que la restauración de tal práctica por las logias de 1717, descendientes de sus prototipos operativos, realmente significaban una revivificación, aunque la regla no fue observada durante el período inicial de la Gran Logia.
Como hechos de importancia, solo se celebraron Fiestas Anuales en 1717, 1718 y 1719.
La primera Comunicación Trimestral registrada ocurrió el día de San. Juan Evangelista de 1720.
Se ha cuestionado también que algún tipo de encuentro se podría haber efectuado entre las cuatro logias antes del día de San. Juan Bautista de 1717.
Ciertamente alguna acción se debe de haber tomado entre las partes interesadas para preparar esa Asamblea.
Jacob Lamball, carpintero, fue Senior Warden (Primer Vigilante) de la primer Gran Logia, y se sabe fue un amigo de Anderson y aparece listado entre los suscriptores de las Constituciones de 1738 y ciertamente jamás cuestionó el relato citado, y es muy probable que sea quien proporcionó la información que aparece en el escrito.
Ante los sucesos anotados en el registro de la Asamblea del día de San. Juan Bautista de 1717, el nacimiento de la masonería, los críticos permanecen sin respuesta.
No puedo encontrar alguna razón convincente para no aceptar las afirmaciones de Anderson, especialmente porque los críticos no han sido capaces de ofrecer pruebas convincentes en su contra.
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