¿Asombro
o espanto?
Desde hace bastante ya
bastante tiempo se ha introducido en el trabajo de nuestras logias un término
que, a mi entender, es ajeno por completo a la masonería, que raya en la
superstición y que se aplica con toda naturalidad, como si el concepto que
encierra fuera de empleo tradicional.
Me refiero al término y
concepto de egrégor. Egrégor parece
provenir de las sectas de cristianos disidentes de los primeros siglos, los
llamados gnósticos que la aplicaban al espíritu, podríamos decir a la
personalidad de un grupo humano, una familia, una secta, y que llevada al caso
de una logia podría interpretarse como dada por la calidad de sus trabajos, la
firmeza de sus acciones y aún la composición misma de los HH.
Hasta aquí no parece
ser nada del otro mundo, pero sí lo es cuando se comprueba que el concepto fue
tomado de las sociedades teosóficas y
espiritistas, afirmando que ese egrégor acabaría coagulando en una suerte de
entidad suprafísica que vive y se alimenta de nuestros pensamientos y acciones
ejerciendo su efecto a través de una escala descendente de espacios y
dimensiones, terminando por llegar a que se crearía un ente viviente que influiría sobre hombres y
pueblos.
Pero
esto ya no es esoterismo, sino ocultismo, que no es lo mismo.
En masonería, por lo
menos la que creemos proviene de la fundación de 1717, no hay magia de ningún
color, ni misterios de la antigüedad, entidades astrales, astrología, tarot ni
reencarnaciones y hasta la hipótesis de la descendencia de la caballería y órdenes
de cruzados ya ni se considera.
Siempre se ha sostenido
que se trata de un sistema de libre análisis de las ideas, sin imposición de
dogmas ni de ideas preconcebidas, empleando los símbolos tomados del oficio de
la construcción y… nada más. La predisposición a la tolerancia y el amor
fraternal harán el resto: un centro de unión que no requiere de ángeles guardianes.
Sobre
esto podrá elaborarse lo que se quiera, menos presentar este asunto del egrégor
como un concepto masónico de antigüedad inmemorial.
Lo cierto es que en
multitud de páginas de respetables logias, de respetables obediencias, aparecen
actualmente multitud de artículos y descripciones del accionar de esas
entidades.
Un ejemplo entre
muchos, que provoca un cierto escalofrío…y es de una página muy visitada,
copiada y vuelta a copiar:
“Los egrégores son energías inteligentes pero no racionales. El egrégor va
a apoyar a quienes lo alimentan y se defenderá de quienes lo atacan, pero no en
una forma racional. Es decir: un egrégor no va decir: “ahora me vengaré de Juan
Pérez”, pero si Juan ataca a un egrégor, el egrégor velará por mantener su integridad.
Su funcionamiento es automático, reaccionando más a la energía de la sensación
y de la emoción que al pensamiento racional. “
Entendemos por egrégor, aquella energía mental que soporta a una idea o a un ideal específico. Podríamos decir que el egrégor es una especie de “cooperativa de energía mental” pues se nutre del aporte mental de las personas que trabajan en pos de ese ideal, pero a la vez les retribuye energéticamente. Es una condensación bajo una forma determinada de pensamientos, deseos y sentimientos de la humanidad. Así en el plano astral, psíquico y en ciertos niveles del plano mental, tendremos una serie de egrégores o formas psíquicas que tienen que ver con estados de conciencia humana. Cualquier idea o grupo humano organizado posee su egrégor: un equipo de fútbol o de béisbol, un partido político, una religión o una marca de gaseosas, etc. “
Otra:
“Todo egrégor
como entidad, se identifica con
su creador, y siempre que se lo convoque (aún inconscientemente) vendrá en
apoyo o auxilio de quien le brinda
“alimento” (su alimento son las emociones, la atención, y la intención),
por eso se le llama vigilante.”
O sea, que
estos HH. creen estar sometidos a la vigilancia de un ser inmaterial, que como
el cuervo de Edgar Allan Poe vela desde los travesaños del techo de la logia y
al que hay que propiciarle o pagarle tributo en “ alimento”.
Y no sirve
de mucho diluir este concepto a todas luces cuasi supersticioso, con términos
tales como “sinergia colectiva”, también tomado de una reciente publicación,
esta vez española.
¿De qué
clase de libertad de pensamiento estarán hablando? ¿ Habrá acaso ideas que no
pueden discutirse por temor a disgustar a esa forma vigilante?
¿Será
responsable el egrégor también de ese “ fluido”
que algunos creen percibir en el
contacto de las manos sudorosas y sin guantes, al formar la cadena de unión?
Solo
faltaría crear un grupo escogido, una suerte de clero que interpretase los
oráculos..
¿Cómo llegó este concepto a la masonería?
Aunque no
parezca, tiene fecha bastante aproximada de introducción en la primera mitad
del siglo XX, y en Francia, desde donde se difundió, hacia el año 1935.
Antecedentes:
La Sociedad
Teosófica de Mme. Blavatsky, influyó mucho en la mente de hermanos masones,
seducidos por sus teorías de impronta oriental, emparentadas con el
espiritismo, en la Co-Masonería inglesa, en Le Droit Humain francés, en los
ritos de Memphis Mizraim y otros, con sus planos de existencia astrales,
maestros ascendidos etc, y sus entusiastas propagandistas como Leslie
Wilmshurt, Manly P. Hall, el Coronel Olcott , Annie Besant y muchos otros.
Todavía no
se hablaba de egrégor, pero sí de ángeles y seres elementales o formas de
pensamiento que aparecerían en las tenidas a simple golpe de mallete: ondinas,
gnomos, silfos y salamandras.
Veamos este
párrafo de “ La vida oculta de la
masonería de Charles Leadbeater”.
““En la Masonería
también invocamos el auxilio angélico, pero son ángeles más cercanos a nosotros
en desenvolvimiento e inteligencia, y cada uno de ellos trae consigo cierto
número de subalternos encargados de ejecutar sus órdenes.”
………………………………………………….
Pero yendo
a esa fecha de introducción, quiero transcribir algunos párrafos tomados de un
trabajo de un hermano de la Gran Logia Nacional de Francia, celosos seguidores
de la ortodoxia inglesa y para nada sospechosos de simpatizar con los egrégores:
“Ante todo recordemos algunas definiciones que desde ya, muestran que
esta noción de egregor es mas que misteriosa….
En los mejores
diccionarios de la lengua francesa no aparece, ni siquiera en el Larousse.
Alan Ray en su obra en
dos volúmenes explica que la palabra “ egregor
es el resultado de una sucesión de errores de interpretación y de traducción de
un texto en arameo en sus versiones griegas”. No existe en las versiones
bíblicas y se apoya solo en el Libro de Enoch
para dar sustento a algo que es mas “ fabulación e ignorancia” que realidad:
Ejemplo: deberíamos buscar “ egrégores” en un texto
mal traducido que dice entre otras cosas esto:
“ Los ángeles dándose cuenta de lo
bellas que eran las hijas de los hombres hicieron juramento de vigilar el Monte Hermon…. hasta que las hubieron
poseído”.
Por gracioso que
parezca en el enfoque de estos serafines no parece que se pueda encontrar la
fuente del concepto de Egrégor , sino quizás el origen aquello “del sexo de los ángeles”, como dice en lenguaje popular…”.
Yendo al origen latino, encontramos un pase mágico
semántico- linguistico para adjuntar como prefijo una E a la raíz “
grex-gregoris” que da el sentido de tropa, manada y también gregario. Con esto,
quedamos lejos de una aproximación eventual de cualquier noción masónica
posible… los HH no son justamente ovejas que forman la tropa a quien se le
pudiera hacer creer que “ las vejigas son
linternas” como decía Rabelais.
Es a partir de la raíz
griega antigua “ egregoroi” que significa
“ vigilante” y no de “egrégor” que proviene del verbo egregoren , “ estar despierto”, es que
algunos autores, muy despiertos ellos y hasta
“iluminados “ han introducido
esta noción de egregor.
Ocultistas, magos,
quizás cabalistas, esos autores franceses del siglo 19 son por lo menos tres:
Alexandre Saint-Yves d´Alveydre ( 1842-1909)
Eliphas Levi (o
Alfonse-Louis Constant)( 1810-1975)
Stanislas de Guaita (
1861-1898)
Estos tres autores
fueron quienes inventaron el concepto ocultista de egregor, concepto
que jamás estuvo presente en los textos masónicos anteriores o peor
aún, ni siquiera en sus propios textos, sino en obras póstumas, como es el caso
de Eliphas Levi.
Es
decir que la cuestión del egregor no se inscribe absolutamente para nada en la
tradición masónica y que habrá que esperar a que un famoso masón como Oswald
Wirth, tratando de hallar la cadena de transmisión de la FM francesa y
únicamente francesa, introduzca la palabra y el concepto ocultista y
mágico del egrégor.
Vayamos rápidamente
sobre esos tres autores.
-Alexandre Saint-Yves
d´Alveydre era una suerte de visionario, el primero en evocar aunque sin
nombrarlo jamás, a la noción de egregor. Pero será a partir de él, y
especialmente en uno de sus escritos “ Misión
de los judìos” que concebirá una
idea que desarrollará en esa obra,
inspirado en que es por “ la potencia y
los orígenes sobrehumanos de los
judíos, puede crearse espontáneamente un
ser colectivo oculto y susceptible de
ser dotado con un poder aterrador”.
Esta noción,
curiosamente, recuerda a la Shekinah del Talmud y de la cábala hebraica significando la presencia particular de Dios
en su pueblo, presencia a veces concebida como una entidad independiente,
intermediaria más que como “ emanación
“ del pueblo judío. ¿Pudo Saint-Yves inspirarse en eso?. Puede ser.
Pero el verdadero
instigador, formalizador del concepto ocultista de egrégor es el segundo
personaje de nuestra historia, Eliphas Levi,
cuyo verdadero nombre era Alphonse-Louis Constant, mago, cabalista,
historiador y francmasón.
Fue autor de numerosas
obras que ejercieron una fuerte influencia tanto sobre sus contemporáneos como
sobre futuros autores. Citaremos a modo de ejemplo:
1860. Historia de la
magia 1861. La clave de los grandes misterios 1865. Filosofía oculta ( 2º
serie)
Será en una obra
póstuma, reeditada hacia 1869-70. “El
Libro de los Esplendores”, que menciona por primera vez a los egrégores. Su
inspiración proviene de una traducción al inglés de un texto etíope del Libro
de Enoch del que hablaremos. Allí asimila los “ ángeles” con los “ vigilantes”
que allì nombra como eggregores ( con dos G).
Aquí
tenemos algunos pasajes de lo que escribió:
“Pero
el Libro de Enoch nos dice que existen los Eggregores, es decir los genios que
jamás duermen…” “Eso que en nuestras
obras anteriores hemos denominado larvas y vampiros, coagulaciones y
proyecciones malsanas de la luz astral, serían en realidad, siguiendo al Libro
de Enoch, las almas híbridas y formas monstruosas de exhalaciones mórbidas de
la tierra y de la baba de la serpiente Pitón”.
En el Gran Arcano,
publicado en primera edición en 1898, escribía:.. “Esas fuerzas colosales a veces toman una figura y se presentan
bajo la apariencia de gigantes, esos son los Eggregores del Libro de Enoch;
criaturas terribles para las que no somos mas que los infusorios o los insectos
microscópicos que pululan en nuestra dentadura y sobre la epidermis. Los
Egrégores nos aplastan sin piedad porque ignoran nuestra existencia- son demasiado grandes para poder vernos …”
Y con todo, mas
adelante en esa misma obra, atempera su
punto de vista con un giro de 180ª: “
Esos eggregores , si se admite su existencia, serían los agentes plásticos de
Dios, los engranajes viviente de la máquina creatriz, multiformes como proteo
pero encadenados siempre a su materia elemental…”
“Los
árabes, poéticos conservadores de tradiciones primitivas de oriente, creen aún
en esos gigantescos genios. Los hay blancos y negros, los negros fueron los mal
hechos y se denominan Afrites. Mahoma conservó a los genios e hizo a sus
ángeles tan grandes que el viento de sus alas barría mundos enteros en el espacio.
No podemos considerar a esa multitud de seres intermedios que nos ocultan a
Dios y le hacen parecer inútil.. Tenemos millares de dioses a quien vencer y aún así no somos capaces de alcanzar la
libertad y la paz. Y es por todo eso que rechazamos definitiva y absolutamente
la mitología de los Eggregores”.
Y diez líneas mas
abajo:… “ Toda la fantasmagoría
gigantesca del antiguo mundo no es más que una colosal carcajada que se
denomina Gargantúa en el libro de Rabelais.” Téngase en cuenta que Levi
decía frecuentemente a sus amigos, en broma, que él era “ la reencarnación de Rabelais”.
Y por fin en la pag.
164 Eliphas Levi termina como sigue con el asunto de los “ eggregores”:
“
los verdaderos eggregores, es decir los vigilantes de la noche en que queremos creer, son los astros del
cielo con sus ojos siempre destellantes… queremos pensar que cada pueblo tiene
su ángel protector o su genio.. Todo es posible aunque dudoso y puede servir a
las hipótesis de la astrología o a las ficciones de la épica”.
He
traído estas citas para que vosotros, mis HH, podáis comprobar cuál es el
origen de esa noción de egregor, esta vez con una sola g.
Y finalmente otro
autor, Stanislas de Guaita quien publica en “
La clave de la magia negra” ( 1897) sus reflexiones mas completas y
precisas sobre los egregores ocultistas.
Aquí los textos
principales con la numeración de página según la edición original de 1897:
Pag. 279-280: Debe sernos suficiente consignar aquí cuales
combinaciones a veces fortuitas, dan nacimiento a seres colectivos, más o menos
efímeros o durables- suerte de síntesis vivientes, resultados del agrupamiento
de muchas individualidades, bajo las condiciones requeridas.”
Pagina 290. Y es así que, en el orden político o social
y religioso, millones de hombres, jerárquicamente organizados, bajo el nivel de
una regla inflexible, han podido creer- conscientemente o no de su obra en lo
invisible, en seres virtuales, entidades colectivas, en una palabra de
Dominaciones fastas o nefastas de una potencia y duración igualmente
incalculables”.
Pagina 295. “La cadena mágica es un medio seguro de
crear potencias colectivas a las que nada puede resistirse”.(¿ será una
alusión a nuestra cadena de unión de la FM? No hay nada que lo prueba.
Y por fin, página 533: “ debemos tener en cuenta la soberanía que
despliegan los seres colectivos, que hemos calificado de egregores. “
Es
casi imposible identificar en esas concepciones que avanzan los autores, alguna
relación con un símbolo, un ideal, una herramienta, con algo masónico vivo…..
Un autor muy conocido
en FM, Oswald Wirth será quien le va a otorgar, si puede decirse, sus títulos
de nobleza a la noción de egregor, que finalmente aparece en la francmasonería
recién para los años 1935.
Dicho
de otra manera, mis hermanos: estamos en la contemporaneidad, casi en nuestro
siglo, no hay nada que relacione a ese
egregor con los fundamentos de la FM y
ni siquiera con la Tradición primordial de la que tanto hablaba Rene
Guenon ….
Asi que se trata de
Oswald Wirth quien va a conceptualizar para nosotros, FM, esa noción de
egregor.
Oswald Wirth no solo
era un masón, sino antes bien, un ocultista y ferviente admirados de Guaita
como los expresa en su obra “ El
ocultismo vivido”(1887) donde expresa toda su confianza en los poderes
paranormales.
Wirth declara que
Guaita le hizo comprender la existencia del “ espíritu”, llamado egrégor que se forma en toda asamblea humana
grande o pequeña. Esta noción ocultista Wirth la adopta y la hace suya y se la
encuentra en todos sus libros. Por ejemplo en “El Libro del Maestro” (
reeditado en 1972):
“
habría que remontarse al Logos de Platón, a su Gran Arquitecto o Demiurgo, la
Luz que esclarece progresivamente al iniciado?. Mas modestamente podemos
acercarnos a eso que los masones denominan su Maestro Hiram. Pero ¿cómo podemos
representarnos esa entidad?
Lejos
de ser un personaje es una personificación. ¿Pero de qué?. Del pensamiento
iniciático, de ese conjunto de ideas que sobreviven, aunque un cerebro no sea
capaz e vibrar bajo su influencia. Eso que es precioso no muere y subsiste como
en un estado latente, hasta que un día se presenta la posibilidad de
manifestarse…”
En la página 195 del
Libro del Maestro: …” la virtud
pentacular reside en la idea, los sentimientos de energía o el estado del alma
que evoca la imagen… pero ¿qué decir de un pentáculo invisible trazado por toda
una vida de esfuerzos puestos al servicio de un ideal superior? No se trata
aquí de grimorios ni niñerias, sino de reforzar la potencia secreta de los
iniciados,,,,”
En la página 205 :
“El verdadero iniciado tiende a concentrar sobre sí las energías difusas
de un vasto ambiente; dispone así de un modo muy real, de una potencia
ilimitada, proveniente de los dioses, en el sentido iniciático de la palabra.
El masón que ha dedicado toda su inteligencia y todo su corazón a la ejecución
del plan del arquitecto Supremo, puede cumplir con una tarea muy superior a sus
medios personales: no estará solo, pues con él se solidarizarán todas las
energías que estimula la misma buena voluntad. La cadena de Unión es efectiva
para todo adepto sincero que haya realizado el equilibrio recibido en la medida
en que lo ha dado , beneficiándose de la corriente que se ha establecido y
transmitiéndola”.
Podemos ver que Oswald
Wirth habla de francmasonería, y que se apropió de la noción fabricada por
Guaita para hacerla vivir en nuestro universo masónico.
Así pues, Oswald Wirth
no fue el introductor directo de la palabra egrégor en francmasonería, sino que
a partir de Stanislas de Guita fue el primer eslabón de la transmisión.
La
introducción propiamente dicha de la palabra y del concepto fue operada
principalmente por su discípulo, Marius Lepage ( 1901-1972). Simbolista,
ocultista y francmasón, Marius Lepage fue para Oswald Wirth, más o menos lo que
este último fue para Stanislas de Guaita. Sin ser el secretario fue su amigo
fiel y su discípulo.
Y
entonces, en el curso del año 1935, aparece de la pluma de Marius Lepage, el
primer artículo masónico donde interviene la palabra egregor
asociada al concepto ocultista. Se trataba de un nuevo estudio sobre la cadena de Unión , que
unos siete años antes, en el mismo periódico, Oswald Wirth había publicado en
una versión inspirada en la de Guaita pero donde el egregor de la logia se
describía pero no se nombraba.
Por fin el H. Jules
Boucher ( 1902-1955) le dio cuerpo al concepto de egrégor de hoy en día: “ se denomina egrégor a una entidad, un ser colectivo aparecido en una
asamblea. Toda asamblea de individuos forma un egrégor. Hay uno para cada
religión y ese egrégor es poderoso por la fuerza de los fieles acumulada por
siglos. Lo mismo puede decirse de la francmasonería: cada logia posee su egrégor;
cada Obediencia el suyo y la reunión de todos esos egrégores forma el Gran Egrégor
masónico”.
A modo de conclusión, una opinión muy personal:
El
propósito de esto, no es censurar las investigaciones ni las creencias que cada
uno pueda tener, sino solo intentar, si se me permite, advertir que se puede
llegar a aceptar como parte de la tradición masónica, algo que no solo no lo
es, sino que en el mejor de los casos, sale de otras formas de masonería, alejadas de nuestras
preocupaciones acerca de la libertad, y
la dignidad humanas, como así del perfeccionamiento de nuestra personalidad con
las herramientas que nos permiten darnos
cuenta de la diferencia entre la verdad y el espejismo: la razón y la
conciencia.
B.-……………………………………
un análisis basado en los hechos. muy bueno
ResponderEliminarLA APARICIÓN O INTERPRETACIÓN DE UN HECHO , ASÍ COMO UN DESCUBRIMIENTO NO MARCA EL INICIO DE SU EXISTENCIA.
ResponderEliminarEL INNEGABLE PODER DE LA MENTE COMO DEL CUERPO O EL ALMA ES CAPAZ DE SINTONIZAR Y PODER CREAR ESTOS SERES ELEMENTALES .
CUANDO MARX DIJO : EL HOMBRE CREA A DIOS , ESTABA SIENDO LITERAL.
LA APARICIÓN O INTERPRETACIÓN DE UN HECHO , ASÍ COMO UN DESCUBRIMIENTO NO MARCA EL INICIO DE SU EXISTENCIA.
ResponderEliminarEL INNEGABLE PODER DE LA MENTE COMO DEL CUERPO O EL ALMA ES CAPAZ DE SINTONIZAR Y PODER CREAR ESTOS SERES ELEMENTALES .
CUANDO MARX DIJO : EL HOMBRE CREA A DIOS , ESTABA SIENDO LITERAL.
Al parecer, el autor sólo reconoce la Mas:. Simbólica y Especulativa como la única base de la Mas:. Moderna, sin considerar que la Mas:. existe desde el principio de los tiempos; es decir, desde la creación de la vida... y que, con altibajos, sigue autoperfeccionándose. El egregor, o como quiera que se defina, es energía que fluye entre los que la recrean, mantienen, incrementan, debilitan o destruyen. El egregor supera los planos físicos y mentales, para mostrarnos sinérgicanente algo del plano espiritual... es decir la vibración superior de lo trascendente. Y ello es Mas:.
ResponderEliminarMuy bueno tu ensayo, QH. Coincido con la definición de egregor: sólo superstición, sin fundamento masónico. Como digo a mis HH cuando exponen el tema: ¿Díganme donde, en nuestras liturgias, rituales o aun entre los escritos serios de la masonería, aparece el terminajo?. Sigue a esta pregunta un silencio sepulcral. Un abrazo fraterno
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