Próxima entrada de la
Imprenta de Benjamín, el domingo 23 de junio.
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Aquí la continuación:
Las siguiente preguntas que se hace el autor
son:
Primero, ¿Cuán costoso era para un hombre unirse a la Compañía de Masones
por la masonería de aceptación?
En 1620, Nicholas Stone era el
Maestro Masón del Rey. Su patente fijaba en 12 peniques su salario ( un chelín
o un 20th de libra), y el Maestro del Rey debe de haber sido uno de los masones
mejor pagos de Inglaterra. Usa esta escala de pago como guía para comparar los
costos de llegar a ser un masón en ese período.
Al completar su aprendizaje un
masón debía pagar una libra, tres chelines y cuatro peniques o alrededor de un
mes de trabajo según la escala de salarios de un cantero, para llegar a ser un
jornalero ( Journeyman). Para avanzar a la libertad( livery) un masón
necesitaría hacer un pago adicional de nueve libras, un año completo de
trabajo. Queda claro que cualquiera que pudiera permitirse esos lujos no sería
un masón corriente, sino más bien un caballero de bien.
En segundo lugar:
¿Porqué esos seis acomodados caballeros pagarían tanto para unirse a la
Worshipful Company of Freemasons?
Conder escribe: “ Era escaso o nulo
cualquier incentivo para cualquiera que no fuera del Oficio el unirse a esta
Compañía realmente pobre”. Y por cierto, en vista del costo, tiene que
haber existido alguna razón para hacerlo.
Cada uno de esos seis hombres
pertenecía a familias de mucho tiempo establecidas. Lloyd provenía de la ciudad
norteña de Chester. La familia Hince poseía latifundios en Lancanshire. French
descendía de una familia normanda que se estableció en Irlanda y que
probablemente fuera católica. Preestman ( todas las demás entradas se refieren
a él como Priestman, que significaba “ el siervo del preste”, era de una
antigua familia anglosajona que estuvo en Staffordshire antes y después de la
conquista normanda de 1066. Towsend era parte de otra muy antigua y titulada
familia de anglosajones de Norfolk. El
último miembro pertenecía a una familia de terratenientes que se establecieron
en lo que conocería como el Triángulo de Kefford, porque en el siglo 16 la familia
se concentró en un pequeño triángulo, a caballo entre las fronteras de cuatro
condados con los pueblos de Barley en
Herfordshire, Arrington en Bassingboum en Cambridgeshire y Wrestlingworth en
Bedforshire.
No eran los señores de sus
tierras o los registros de la Compañía hubieran conservado sus títulos. Así que
tenemos seis hombres de familias no nobles pero capaces de pagar una elevada
cantidad para unirse a la guilda. Lo más probable es que fueran parte de la
recién creada clase media de Inglaterra, los primeros capitalistas del país, descendientes
de caballeros y mayordomos de la nobleza
que habrían llegado a ser exitosos
comerciantes y agricultores, y aunque no calificaban por su rango para
ser incluidos en el privilegiado 10% de la nobleza titulada, probablemente
controlaran más riqueza que sus parientes nobles.
Sabemos quienes eran esos
hombres y a qué clase de sociedad inglesa pertenecían, tanto como para identificarlos como prósperos, pero
todavía no sabemos porqué habrían elegido unirse esa pequeña y pobre Compañía. La tercer pregunta sería ¿Qué esperaban ganar con ello?”.
Según el autor del artículo, La respuesta podría tener mucho que ver con
el ambiente social y político de la Europa occidental para los 1600s.
“Para esa época, Europa estaba
siendo destrozada por una sangrienta guerra de religión y aquellos con sed de
conocimiento y que investigaban en las
ciencias y la filosofía, arriesgaban su libertad y hasta su vida si discutían
su trabajo en público.
Hoy es
difícil comprender el nivel de temor y frustración que existía en Europa y
especialmente en Inglaterra, para 1620. Los científicos, filósofos y astrónomos
fueron forzados a trabajar en secreto
para evitar ser tachados de herejes. Algunos, como los hombres de la
Royal Society, se reunían silenciosamente en sitios alrededor de Oxford, y existían pocos lugares en Inglaterra donde
se pudiese expresar sus pensamientos sin peligro.
Los masones del siglo 17
comprendieron que las matemáticas y la geometría no se limitaban a la
construcción de edificios sino que expandían a los ámbitos de la navegación y
la astronomía. Se contaban entre quienes buscaba conocimiento, guardaban los
secretos de su profesión y con la adhesión a los antiguos cargos de su oficio,
se comprometía cada uno en la protección
y soporte de sus compañeros masones.
Esa podría haber sido la razón
de aquellos seis hombres buscaran el santuario que se les ofrecía dentro de las
logias de la Worshipful Company of Freemasons.”
Y por fin da una noticia de la
carrera que esos seis hombres desarrollaron dentro de la Compañía:
Mas allá de las razones que
hubieran tenido para unirse a ella, estos seis hombres dejaron su huella en la
Compañía. De esos seis originales, al
menos tres llegaron a ser Wardens (
Guardíanes o Vigilantes) de la Compañía y dos o tres sirvieron realmente como
Maestros. John Hince fue Warden en 1625 y en 1628, en tanto se desempeñaba como
Maestro en la Compañía; Thomas Priestman fue uno de sus Warden también. El
arquitecto del Rey, Nicholas Stone sirvió junto a Timothy como Warden en 1630. Thomas Priestman fue
electo Maestro de la Compañía en 1636. Lloyd solo aparece en los registros dos
veces y una en ocasión de ser multad por haber sostenido una riña en la
Compañía.
Hay algunas cuestiones en lo
que respecta a French. No existe registro de alguna actividad en la Compañía
como James French, pero desde 1629 en adelante sí aparece “ Frances” French
como oficial electo en la Compañía. Sin embargo, French, como muchos irlandeses
católicos usaba su segundo nombre en los usos diarios y el otro para asuntos
legales, tal como unirse a la Compañía, y de acuerdo a esto habría sido el
cuarto de nuestros seis freemasons especulativos en el cargo y el tercero en llegar a Maestro de la misma. Frances French
llegó a ser Maestro de la Compañía en 1637, un año después que Thomas
Priestman. Previamente había sido Warden por dos veces , la última en 1633 bajo
el Maestro Masón del Rey, Nicholas Stone”.
Finalmente, a modo de
reflexión del autor:
Para 1640, la palabra “
Aceptado” había comenzado a ser reemplazada con una nueva descripción. Ashmole
emplea la palabra “ freemason” cuando relata su admisión a la sociedad.
En esa evocación de quienes
estuvieron presentes en ese momento hay un notable ejemplo de la tremenda fuerza
de la creciente fraternidad de hombres que dejaban de lado la religión y la
política para reunirse como hermanos.
En un pequeño recinto en
Warrington, en 1646, con la guerra civil rugiendo afuera, el Rounhead (Cromwelliano)se sentó con realistas,
católicos y protestantes; cada uno confiando en los demás lo suficiente como
para arriesgar sus vidas en búsqueda de un poco mas de luz, tal como lo
habían hecho otros seis hombres 21 años antes.
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Bibliografía:
La que presenta el artículo de Pietre Stone es:
Records
of the Whole Crafte and Felloship of Masons, por Edward Conder.
The
Concise history of Freemasonry. R.F. Gould
The
Century of Revolution 1603-1714, Christopher Hill.
In
the Wake of the plague, Norman Cantor
Royalists
and patriots. Politics and ideology in England 1603-1640 ( II ed. J.P.
Sommerville.
A
brief History of British Kings & Queens, Michael Ashley
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Como lectura adicional se recomienda visitar en este mismo blog “La
Imprenta de Benjamín” las siguientes entradas relacionadas al tema:
1 .1 de diciembre 2010. Robert Moray. Primera iniciación documentada
en suelo ingles.
2. 17 de febrero 2011. Nicholas
Stone y el misterio de la Aceptación.
3.20 de abril 2011. Christopher Wren. Controversias acerca de su afiliación
a la masonería.
4. 1 de junio de 2011. El
misterio de York develado.
5. 20 julio 2011. Conociendo a los modernos, Nicholas Hawksmoor,
arquitecto y FM de St.Paul
6. 7 de agosto 2011. Conociendo a los modernos. Henry Jermyn, discutido
GM del siglo 17.
7. 9 de octubre 2011. Conociendo
a los modernos. Elias Ashmole, un icono masónico
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Queremos consignar aquí este comentario de Victor Guerra, Presidente del
Círculo de Estudios del Rito Francés Röettiers de Montaleau, como siempre
atinado y valioso:
“…No entiendo el problema, el
trabajo sirve al autor para cimentar unos datos, que por otra parte han
trabajados otros escritores e investigadores, y atacar a Gould, del que no creo
que si hubiera vivido en la época del Google, su aptitud hubiera sido la de
escribir su monumental obra en base a coger sin más la pluma y escribir.
A todos los investigadores nos ha pasado alguna vez lo mismo: tras una obra
aparecen nuevos documentos e informaciones,pero eso no siempre hace que
tengamos que repensar todo el contexto, aunque en otras ocasiones son tan
continuados los trabajos que sí que nos dan pista para originar una nueva
interpretación.
Por otro lado, frente a los nuevos
datos habría que ver y demostrar que esos datos cambian el trabajo y la faz del
correlato de GOULD, ¿de que manera lo hace…?¿ Qué cambia la aparición de seis o
siete nuevos “Aceptados” cuando sabemos que entre los operativos hubo
“Aceptados” por unas y otras razones…. Realmente Buta con su aportación no deja
claro adonde quiere llegar, y menos con relación a Gould… y más cuando un
investigador como Stevenson por ejemplo, publicó en 1988 en
Francia, un extenso trabajo titulado: LES PREMIERS
FRANC_MAÇONS,
(las logias escocesas originales y sus miembros ) donde no aparecen los
citados por Buta , supongo porque la Compañía sería inglesa.
Creo que estamos ante una nueva revelación
de datos, que aunque no se asentara en un ataque hacia Gould, pues sería una
aportación de datos sin más… Es un poco lo que entreveo de lo leído, porque esa
revelación,¿ qué cambia con relación a la fundación de 1717…?
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