miércoles, 31 de agosto de 2011

FRANCMASONERÍA Y RELIGIÓN Confusiones y Contradicciones en el siglo 18.

El autor explora las aparentes contradicciones entre las declaradas acciones de “descristianizar” la masonería, en 1723 y de nuevo en 1813, con la supervivencia de elementos cristianos en los usos, costumbres y rituales de la francmasonería actual, como asimismo la influencia que las ideas del Iluminismo o Ilustración pudieron haber tenido sobre la masonería inglesa de ese siglo 18.
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Este artículo se publica con la autorización de su autor, Jay Kinney 33.
y de la logia Mill-Valley Lodge 356, Mill Valley, California,
http://mill-valley.freemasonry.biz/freemasonry_religion.htm
  
Título original: Freemasonry and Religión: Confusions and Contradictions
by Jay Kinney
Un trabajo de investigación presentado por el H. Kinney al Tercer Simposio Anual de California: “La era de Franklin: Francmasonería, Declaración de Independencia e Iluminismo en América”, del 1 al 3 de agosto de 2003, en la UCLA,como parte de la presentación al  Congreso Internacional del Siglo 18 Global.
[A Research Paper delivered by Bro. Kinney at the Third Annual California Masonic Symposium on "The Age of Franklin: Freemasonry, The Declaration of Independence, and the American Enlightenment," held August 1-3, 2003 at UCLA as the lead-in event for the International Congress on Global 18th Century.]
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Cuando escuché por primera vez el tema de este Simposio Anual, esperaba asistir sentado entre la audiencia descansadamente, dejando que los oradores me curaran de mi ignorancia en los tópicos bajo discusión.
Desafortunadamente mis planes se alteraron seriamente cuando descubrí que yo sería uno de los oradores!
Mis deseos de relax se evaporaron de inmediato y me tuve que enfrentar con la difícil tarea de curarme de mi propia ignorancia antes de que el Simposio se iniciara.
¿Tuve éxito?. Bien esta por verse. Invertí los últimos dos meses diligentemente leyendo acerca de la historia masónica, que es como abrir la Caja de Pandora. Siempre hay mas para leer que el tiempo que uno dispone y además no hay dos historiadores que coincidan en todo.
Así, me presento ante vosotros hoy, con mas preguntas que respuestas. Como ustedes, tengo mucho que aprender.
Lo que puedo ofreceros, sin embargo, es mi intento de clarificar en algo la confusión que he sentido yo mismo acerca de la Francmasonería y la Religión del siglo 18.
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Al igual que muchos masones, tengo impresiones vagas y contradictorias de las relaciones históricas entre nuestro Oficio, la Religión y el Iluminismo.
Por ejemplo, hace dos años en el primer Simposio masónico, el H. John Cooper presentó como muy buena la idea de que en la francmasonería hay algo de teología implícita aunque la masonería no sea en si misma una religión.
El argumentaba que, hablando con propiedad, un deísta no podría llegar a ser un masón, porque ya al comienzo del ritual de primer grado, se le pregunta al candidato: “en quién ponéis vuestra confianza? Y la respuesta apropiada es “en Dios” o palabras semejantes.
Y puesto que estas preguntas y respuestas implican la creencia en un Dios activo y atento, eso dejaría fuera a los deístas quienes admiten un Dios Creador, pero niegan que tenga alguna participación activa en los asuntos de la vida diaria. (1)

Pero.. sabemos que Benjamín Franklin y otros Padres Fundadores eran a la vez deístas y masones.

Hay quien ha sugerido que el famoso nombre de Gran Arquitecto del Universo, para Dios, implica un concepto deísta del Ser Supremo.
¿Confundidos?. Bien, yo también.

Con el propósito de darle sentido a tales contradicciones, decidí retroceder y buscar en las raíces de la francmasonería moderna, cuando se organizó la primera Gran Logia Moderna en Londres, 1717. (2).
En Gran Bretaña, el siglo anterior a ese estuvo plagado de conflictos entre católicos y protestantes, y entre varias sectas y denominaciones protestantes- en efecto, los que obligaron a que muchos de ellos emigraran al Nuevo Mundo..
En ese mismo período tan volátil, los inicios de lo que ahora llamamos ciencia moderna  comenzaba a transformar algunos aspectos de la visión del mundo religioso: la era del Iluminismo (o Edad de la Razón) había nacido.(3)
La Masonería moderna emergió de ese fermento intelectual, pero no está para nada claro- al menos para mí- qué relación tuvo la masonería con esas fuerzas en conflicto.
La masonería de Inglaterra, ¿fue una expresión del Iluminismo?.¿tenía un enfoque coherente acerca de los aspectos religiosos?.
Sabemos que muchos masones eran deístas, pero ¿qué influencia tuvieron realmente en el Oficio?.
Esas son algunas de las cuestiones para las cuales buscaremos  respuestas.

Comenzaré revisando las primeras Constituciones que fueron escritas para la Gran Logia en 1722 y publicadas en 1723- justamente a pocos años de la fundación.
Como sabéis, se le encomendó al Rev. James Anderson la tarea de componer los documentos que incluían las reglas y reglamentos de la Francmasonería, su historia tradicional y una actualización del los Antiguos Cargos que definían lo que se esperaba de un masón.
El primero de esos Cargos se titula “Concerniente a Dios y la Religión” y puede leerse en cierta parte:

“Un masón está obligado por su compromiso (tenure) a obedecer la ley moral, y si comprende rectamente el Arte, jamás será un ateo estúpido ni un libertino irreligioso. Pero aunque en los antiguos tiempos los masones debían en cada país profesar la religión de ese país o nación, cualquiera fuera esa, ahora se considera mas eficaz solamente obligarlo a la Religión en la que todos los hombres están de acuerdo, dejando sus opiniones particulares para sí mismos, esto es, ser hombres buenos y veraces, u hombres de Honor y Probidad, por cualquier Persuasión o Denominación que les pudiera distinguir”.(4)
Esa noción de que los masones podían pertenecer a cualquier fe y solo debían adherir a la “Religión en la cual coinciden todos los Hombres” es Iluminista desde el comienzo.
Se trata de un concepto muy cercano al de la Religión natural- favorito del Iluminismo.

Una de mis fuentes, describía la idea de Religión natural así:
…. “ las ideas para ser válidas deben basarse en la razón innata del hombre. En el caso de la religión eso significa que debe existir una religión natural, por ejemplo un grupo de ideas religiosas emanando de la naturaleza humana- ideas innatas en el mismo sentido que las ideas científicas de lógica y matemática.
Debe por lo tanto tener una validez general en el sentido de que todas las personas de todos las épocas independientemente de su situación cultural, deben poseerla .. (5)

Pero, Anderson no llegó tan lejos en el primer Cargo, aunque puede verse el meollo de ese concepto en su noción de “la religión en que todos los hombres coinciden”. Puesto que Anderson era un ministro presbiteriano, obviamente que no deseaba quitar valor al cristianismo (6). En lugar de eso, codificó el deseo de muchos líderes masónicos de la época al eliminar los potenciales conflictos religiosos dentro del oficio, recortando los requisitos de la creencia religiosa por aquellos de “esa religión en que todos los hombres coinciden”.(7)
Hasta ahora, todo bien.

Sin embargo en mis lecturas acerca de la historia masónica me encuentro con referencias a la “descristianización del Oficio”, cosa que aparece como desconcertante.
Este término se usó inicialmente para describir el impacto de las Constituciones de Anderson y el primer Cargo que hemos citado (8)
La implicación de esa llamada “descristianización” era que la francmasonería anterior a 1717 conservaba un carácter marcadamente cristiano, antes que Anderson estipulara unas bases mas universales.
En otros términos, la francmasonería especulativa, como la definía Anderson, se apartaba de los presupuestos sectarios cristianos de la masonería operativa, acercándose a una inclusión mucho mas amplia y de influencia iluminista.

Con todo, la segunda referencia de la masonería “descristianizada” que hallé, se refería a otra descristianización de unos cien años mas tarde
Eso sucedió en el principio del siglo 19 en la época en que las dos Grandes Logias rivales, la de los “Modernos” y la de los “Antiguos” finalmente dieron lugar a la Gran Logia Unida de Inglaterra.
El Duque de Sussex, Gran Maestre de esa nueva Gran Logia Unida que se formó en 1813, usualmente se lleva el crédito por la descristianización que se llevó a cabo en su época.(9)
Este asunto de dos “Descristianizaciones”separadas parece un acertijo:

Si Anderson y la primera Gran Logia habían descristianizado la francmasonería en 1723, ¿de que se trataba esa otra descristianización de 1813?
Si la francmasonería especulativa de principios de los 1700s era un proyecto del Iluminismo universalista, ¿qué ocurrió en los siguientes cien años para requerir que su naturaleza no sectaria fuera renovada y reimplantada a principios de los 1800s?

La respuesta que surgió de mis lecturas tiene varias facetas. Primero, que a pesar de los ideales propugnados en la versión de Anderson del Primer Cargo, la evidencia histórica indica que tales ideales no sectarios estuvieron lejos de ser aceptados universalmente.(10)
La masonería de los 1700s no era una entidad monolítica. No tenía una uniformidad especial o consistente, al menos no en la forma en que la pensamos hoy día.

Por ejemplo, sucedió en el siglo 18, hubo dos Grandes Logias rivales en Inglaterra compitiendo entre sí; la llamada de los “Modernos” y la de los “Antiguos”, donde esos Antiguos estaban mas inclinados a incluir referencias cristianas en sus trabajos masónicos (11). Las logias que formaban la Gran Logia Antigua sostenían que se atenían a los rituales tradicionales y landmarks, a diferencia de las innovaciones de los así llamados “Modernos”(12).
Esas tradiciones supuestamente “Antiguas” incluían sobretodo referencias cristianas e interpretaciones de símbolos, presumiblemente de los días de la masonería operativa cuando la sociedad era mayoritariamente cristiana (13).
Los Modernos por otra parte aparecían como seguidores de los valores del Iluminismo en pos de una hermandad mas allá de lo meramente cristiano (14).
Otro factor de complicación fue que los rituales y catecismos de las logias masónicas de los 1700s eran de comunicación puramente verbal, lo que provocaba considerables variaciones- aún de logia a logia-  y algunos ellos tenían un obvio sesgo a un cristianismo sectario ( 15).
Mientras que algunos de los líderes  más cosmopolitas durante el siglo 18 de Gran Bretaña podrían haber visto a la francmasonería  como un medio de extender los valores del Iluminismo, averiguar como expandió su influencia en las filas masónicas, es un tema de mucho debate (16)
No sucedió sino hasta la fusión de los “Antiguos” y los “Modernos” de 1813 (precedidos por varias décadas de negociación) que se pudo afirmar que los valores  del Iluminismo por una fraternidad universal no sectaria, realmente influyeron en la francmasonería.
Y aun así hay mucha evidencia que varios símbolos cristianos residuales y referencias en la francmasonería Anglo Americana, permanecen hasta el presente (17)
Necesitamos solo pensar en la que se halla en el ritual de muchas jurisdicciones americanas, dedicando la logia a San Juan( a los dos), para citar un ejemplo obvio (18).

Con lo que pude leer después, se me hizo aparente porqué tuve originalmente una confusión acerca de la actitud de la francmasonería para con la religión.
Yo me sentía confundido porque…. ¡Estaba confundido!

En su intento de crear una zona de armonioso amor fraternal, la masonería decidió evitar la discusión de religión y política dentro de la logia, con los Cargos exigiendo mínimos requisitos de creencia religiosa no sectaria a sus miembros.
En la misma época, cuando todo lo dicho ya había sido hecho, sus miembros eran abrumadoramente cristianos, las tradiciones fueron remontadas a los constructores de catedrales y muchos de sus símbolos se abrieron a una interpretación cristiana.
Para complicar más aún el asunto, algunos de tales símbolos también estaban abiertos a lo esotérico,- interpretaciones pitagóricas, cabalistas y herméticas- como también aspectos de los rituales y relatos tradicionales.
Brevemente: la Francmasonería del mundo inglés del siglo 18, parece ser el reflejo de varias- y a veces contradictorias- corrientes intelectuales y culturales de esa era.
Tan lejos como pude determinar en mi búsqueda, ninguna creencia filosófica o sectaria dominó el Oficio a un punto que se pueda generalizar que la masonería sea deísta o no deísta, cristiana o no cristiana.
Sus miembros, cualesquiera fueran sus Denominaciones o Persuasiones, como decía Anderson, parecieron hallar suficiente espacio dentro de sus ideales y simbolismo como para interpretarlos a la luz de sus propias creencias.
Hoy día es fácil dar por sentada a semejante tolerancia en el siglo 18.

Como una de mis fuentes dice:
…….La Tolerancia era un ideal al cual los filósofos del Iluminismo pagaban tributo, y
lucharon para difundirlo y establecerlo….
Locke, en su Carta de Tolerancia (Letter of Toleration) de 1689 adelantó los primeros argumentos serios a favor de la tolerancia como asunto de importancia pública, aunque solo discutía en esa publicación su aspecto religioso (19).
Así que allí lo tenemos.  Circunscribiéndonos de nuevo a mis preguntas del comienzo, es posible que la francmasonería- en su relación a la religión haya sido un proyecto Iluminista.
No en el sentido de que intentaba defender la ciencia frente a la religión o la razón sobre la fe- sino simplemente en su visión de animar la tolerancia y la hermandad entre sus diversos miembros..
Las actuales Grandes Logias masónicas- ya sea británicas o americanas, unánimemente insisten en que los hombres de distintas religiones pueden reunirse en una hermandad masónica- sin darle precedencia a ninguna religión o concepto del Ser Supremo.
Esa sigue siendo una de las virtudes mas atractivas de la masonería: provee una plantilla para la armonía entre culturas. Un ideal semejante de tolerancia y comprensión universal- a pesar de algunas aplicaciones inconsistentes- es sin duda testimonio de la continuada influencia de los valores de la Ilustración, aún hoy día
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NOTAS

1. John L. Cooper III, “Is freemasonry a Religión?( La Francmasonería , ¿es una religión?) .Proceedings California Masonic Symposium, 2001, p7.
2.  He limitado mi discusión de la francmasonería y la religión del siglo 18 a ejemplos anglo americanos, en parte porque hay una relación histórica que ha afectado mucho a la masonería de California y en parte por el escaso tiempo para preparar este artículo
El lector puede referirse al trabajo del prof. Jacob “Living the Enlightenment” (Oxford Univ. Press, 1991) para una discusión mucho mas completa y con atención a la francmasonería continental.
3.  Se podrían decir muchas cosas buenas de una “visión del mundo religiosa” que reconoce la realidad de Dios y la importancia de una base espiritual en las comunidades y en los individuos.
Los puntos ciegos de esa visión religiosa del mundo, que la Ilustración desafió y me permito sugerir, incluían la insistencia de la Iglesia en que los resultados de la investigación científica debían conformarse a los dogmas teológicos y a las interpretaciones de las escrituras. No es necesario decir que la fe en la ciencia y la razón sostenida por la Ilustración fueron el resultado de esos puntos ciegos.
4. James Anderson D.D., The Constitution of the Free-Masons ( London: William Hunter, 1723) p. 50 (Edición facsimil 1976, Quatuor Coronati Lodge).
5 .Erik Lunf, Mogens Pihl, Johannes Slok: A history of European ideas, trad. Por Glyn Jones ( Addison Wesley, 1972) p. 203.
6. David Stevenson :” James Anderson:Man and Mason”,Heredom, Vol 10 ( Washington DC, Scottish Rite Research Society, 2002), pp. 96-7.
7. Ibid. pp.117-9. Tal vez valga la pena notar que Anderson parece definir esa “religión en que coinciden todos los hombres”,como”…. Ser hombres buenos y veraces u hombres de honor y probidad, por todas las Denominaciones o Persuasiones por las que pudieran distinguirse”
Hablando estrictamente, esa es una simple prescripción para el comportamiento moral, y no un requerimiento explícito de creencia en una Deidad.  Basándose en ello es que el Gran Oriente de Francia proclama su adhesión a las Constituciones de 1723.
Eric Ward, por otra parte, argumenta que el empleo del término “religión” por parte de Anderson, implicaba “cristianismo”, en tanto que con “Denominaciones y Persuasiones”, se refería simplemente a subdivisiones interiores del mismo.
Ver Eric Ward, “Anderson´s Freemasonry not Deistic”, AQC, Vol 80, p.39.(La francmasonería de Anderson no es deista)
8. Ver, por ejemplo: Rev. N. Barrer Cryer. The De- Christianizing of the Craft” (AQC 97, 1984, pp. 34-60).
9. Ibid, p.55. Michel L. Brodsky en “Why was the Craf De- Christianized? “(Porqué el Oficio fue descristianizado? (AQC 99, 1986, p.158) ofrece la teoría de que las dos Grandes Logias se fusionaron por ser “el único camino para evitar la politización de la Francmasonería”que amenazaba con presentarse con los soldados británicos desconformes ( muchos de los cuales eran “ Antiguos”) retornando a casa después de las guerras coloniales, a una situación en la cual la burguesía y los terratenientes ( muchos de los cuales eran “Modernos”) temían disturbios.
Brodsky sugiere ( p 162) : “ La descristianización fue en apariencia para el exterior,  originada menos en la voluntad  de aquellos que adaptaban las ceremonias  como formas de mitigar lo religioso, que en su determinación de proveer a la nueva Gran Logia Unida de un ritual que fuera aceptable para todos”.
Cualquier alusión obvia a lo cristiano debía ser eliminada, no porque fuera cristiana y tampoco porque no lo fueran quienes adoptaban tales cambios, sino porque la religión era un asunto polémico y al final un asunto político, tal como los apasionados debates en la Cámara de los Comunes acerca del “Common Prayer Book) ( Libro de Oraciones) del siglo anterior.
10. Cryer, pp. 34-60, op cit. 10.
11. Debo dejar muy en claro que no estoy diciendo que la “descristianización” haya sido el motivo central de la división entre Antiguos y Modernos. Sin embargo John Heron Lepper lo incluye entre los nueve temas de disputa entre las dos Grandes Logias (Ver: John Heron Lepper “ The Traditioners”, AQC 56, pp. 140-1). Cryer se adscribe a una inclinación mas explicita hacia los Antiguos en su discusión acerca del Real Arco:
“ Ellos además introdujeron el trabajo del Real Arco como parte esencial de su sistema y esto inevitablemente que dio un fuerte perfume cristiano a sus prácticas.”
Como sostiene Bernard E. Jones: “su peculiar cualidad, su color, su contenido religioso y por cierto cristiano- eran una apelación inmediata a los masones, que en su mayoría eran simples gentes religiosas”( Cryer, p.46, op.cit).

Nota del T: Según Bernard Jones, se les llamaba Traditioners a aquellos masones Modernos que oficialmente no reconocían a los Antiguos pero que a la vez visitaban sus logias para las ceremonias del Real Arco.

12.
Lepper, pp. 140-1, op cit.
Ver también: Lau. Dermott, DGM, The True
Ahiman Rezon, (Las Constituciones de los Antiguos) pp.34-46. (La edición que he consultadó es la primera edición amaricana, reimpresa de la tercera edición de Londres  por Southwick & Hardcastle, new York, 1805 )
13.
F.L. Pick y G. Norman Knight, “The Pocket History of Freemasonry”,Libro de bolsillo de la Francmasonería. 5th Edition (London: Frederick Muller, 1969), p. 88. Pick and Knight
nota: " Los Antiguos Cargos tenían sin excepción un caracter  positivamente cristiano”
14.
Por supuesto, aún aquí, la generalización es riesgosa. John Heron Lepper presenta el caso de algunas logias pertenecientes a la Gran Logia de los Modernos, que el denomina Traditioners, estaban mas cercanass en afinidad y practica a los Antiguos que a las supuestas innovaciones de la Ilustración avanzadas por algunos Modernos. Ver: John Heron Lepper, “The Traditioners”, AQC 56, pp 138-183.  Por el contrario fueron los Antiguos y no los Modernos quienes proveyeron “oraciones alternativas para uso de cristianos y judios “(en el ritual de logia). Comentarios de P.J. Dawson AQC 97, pp 63-
15. Aunque el ritual masónico y el catecismo permanecen en cierto punto transmitidos oralmente aun hoy, existen pocas variantes de logia a logia, dentro de una jurisdicción dada, debido a la institucionalización de los inspectores de distrito, libros cifrados y otros medios de estandardización. Para ejemplos de elementos cristianos en la conducta masónica, ver Cryer op. cit.
16. Eric Ward, sugiere, por ejemplo: “ El primer B of C ( Libro de las Constituciones) no tenía pretensiones de legislar para toda Inglaterra, mucho menos el mundo entero, pero estaba en la concepción de la primera y única G.L. provincial de Londres. De esto puede seguirse que en el comienzo no se podía y no se hizo, pretender que proveían un código universal de ética necesario o deseable para asegurar la pertenencia a la masonería de hombres de credos muy divergentes. Que eso fuera finalmente adoptado por masones mas allá de Londres es irrelevante cuando consideramos su génesis” ( Ward, p.37, op. cit).
17. Cryer, p.35, op cit 17.
18. Una cita impresa corrientemente para esta referencia se puede hallar en Malcolm C. Duncan´s Masonic Ritual and Monitor ( New York, NY: Dick & Fitzgerald, n.d) p.29
19.
Lund, Pihl, y Slok, p. 215, op cit. 19.

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