domingo, 9 de enero de 2011

FRANCMASONERÍA, LA REAL SOCIEDAD Y LA ERA DE LOS DESCUBRIMIENTOS.Parte 2.

Los francmasones científicos.

Los treinta y cinco Fellows originales de la Sociedad eran de orígenes variados.
Diecinueve eran científicos, en tanto que los otros diez y seis, incluían estadistas, militares, anticuarios, administradores y literatos.
Cuando se constituyó originalmente, la sociedad consistía en la mezcla de experimentadores y magnates que no eran en verdad científicos, pero que tenían interés en la ciencia, y más importante aún, podían financiar el trabajo de los demás.

Los miembros científicos incluían a Robert Boyle, quien junto a Robert Hook, exploró las propiedades del vació y dio su nombre a la ley del volúmen y presión de los gases;
William Petty, el padre de la estadística moderna. Laurence Rooke un geómetra que trabajo los métodos para determinar la longitud en el mar; Christopher Wren, profesor de astronomía en el Gresham Collage y prominente arquitecto.

Después de recibir la Carta o Cédula Real, la Sociedad rápidamente incorporó al anticuario Elias Ashmole, famoso entre los francmasones por ser el primer aceptado o masón especulativo de quien existe registro escrito en Inglaterra.
Sir Christopher Wren fue miembro fundador de la Sociedad y sirvió como presidente desde 1680 hasta 1682.
Según William Preston, Wren llegó a ser un francmasón en 1691, aunque John Autrey, otro fundador de la sociedad y francmasón también, sostenía que Wren ya era Warden del Oficio( Supervisor) para 1663!.Los registros masónicos de Wren están en contradicción con otras fuentes que declaran que fue un Gran Maestre.
Entre otros prominentes miembros de la Royal Society, el filósofo y teórico del liberalismo, John Locke, admitió ser un francmasón en una carta fechada en 1696. Aún Benjamín Franklin, el revolucionario americano y prominente francmasón fue admitido en la Sociedad,  Robert Boyle que no era un masón al tiempo de la fundación de la Royal Society, pero llegó a serlo algo mas adelante.Sir Isaac Newton, presidente desde 1703 hasta 1727, pertenecía a una curiosa sociedad cuasimasónica que se reunía en Spalding.*

La Royal Society fue fundada por francmasones y dominada por francmasones por las dos primeras centurias de su existencia.
Esto hace surgir la pregunta de porqué esto fue así, y que esperaban ganar los masones de ello?.
Es difícil dar una respuesta breve a tales cuestiones.

La era de la razón.

Los primitivos gremios de masones poseían un conocimiento avanzado de matemáticas, especialmente de geometría, que tomaron de fuentes árabes y que por consiguiente los hacía sospechosos a los ojos de la Iglesia.
Sin embargo, la Iglesia necesitaba a los masones para construir sus enormes catedrales. Los masones protegían su saber por medio de rituales de secreto y juramento, para evitar la dispersión de sus conocimientos, que podrían hacerle incurrir en la ira de la Iglesia.
En la era precientífica, aún gobernados como estaban por reyes absolutistas y una religión dogmática, los “gentlemen” con una curiosidad acerca de la naturaleza y de la ciencia hallaron protección como miembros aceptados o especulativos en los gremios de masones.
Allí podían discutir libremente sus ideas y sobrepasar los prejuicios y barreras que hacían una cosa así, tan peligrosa fuera de los muros de la logia.
Durante el siglo 17 los monopolios y privilegios de los gremios fueron siendo suavemente erosionados por el Estado, tanto en Escocia como en Inglaterra.
La construcción de castillos y catedrales disminuyó y los gremios de masones fueron entrando en la decadencia. Sin embargo, para la mitad del siglo, los “libres y aceptados”
los “Gentlemen” especulativos, fueron gradualmente reemplazando a los operativos, y ya para el fin del mismo siglo las logias estaban dominadas por los especulativos.
El gremio de Oficio se volvió una “sociedad”, que retenía algo del antiguo en tanto que iba incorporando los intereses y valores de las clases altas que rápidamente tomaron el control.
Esos nuevos clubes fueron la avanzada de una nueva cultura que estaba comenzando a aparecer en Europa.
Esa nueva cultura, con la Francmasonería a su vanguardia se conoce hoy como la Ilustración, un pasaje clave del desarrollo europeo.
Comenzó en Inglaterra pero se identifica sobretodo con Francia, donde los eventos sucedieron de una forma más dramática. Se ha argumentado que los hábitos pensantes de las gentes se basaban en la irracionalidad, contaminados por el dogma religioso y moldeados a su tradición histórica precedente e irrelevante.
Isaac Newton y sus experiencias con la descomposición de la luz

La vía de escape era hallar el verdadero saber en todas las esferas de la vida, con el estudio de las artes y ciencias liberales, para establecer la verdad y construir sobre eso.
Sus premisas liberales, pro científicas y anti supersticiosas eran que el Estado debía constituirse en el vehículo apropiado para el mejoramiento de la condición humana.
La esencia de la filosofía iluminista es la razón. La lógica había sido practicada desde los griegos hasta tiempos de Tomás de Aquino, pero Descartes y otros filósofos del siglo 17 aplicaron la razón a cuestiones tradicionales juzgando que serían una vía eficaz hacia la verdad.
Comprendieron que con solo la lógica podrían defenderse de todas las formas de nociones absurdas e insistían en combinarla con ese nuevo principio, que incluía sentido común y observación inclinándose hacia el escepticismo y la libertad.
La emergente clase comerciante estaba conduciendo las fuerzas de la Ilustración. Firmemente creían que su recientemente conseguido bienestar era el resultado de sus méritos individuales y del trabajo duro, a diferencia del bienestar heredado por los aristócratas tradicionales.
Pero el principal obstáculo con que se enfrentaba esa clase comerciante para modificar Europa era la misma que tenían los filósofos racionalistas: los reyes absolutistas y las iglesias dogmáticas.
En el curso de tal lucha, el individualismo, la libertad y el cambio reemplazaron a la comunidad, la estabilidad y las tradiciones como valores fundamentales de Europa.
La religión sobrevivió pero fue adormecida y con frecuencia transformada mas que reconocida; la monarquía fue decayendo en el curso del siglo siguiente hasta convertirse en una pálida sombra de lo que fue.

La Francmasonería animaba a sus miembros a explorar “los misterios ocultos de la naturaleza y de la ciencia” y  a “seguir los caminos de la virtud y de la ciencia”.
 Y al fundar la Royal Society, hicieron exactamente eso.
Aún así, esto no explica completamente el interés que Sir Robert Moray y el Rey Carlos II pusieron para establecer tal organización. Con todo, sus motivos no parecen difíciles de comprender.

El problema de calcular la Longitud en el mar.

Inglaterra y Escocia (no unificadas como Gran Bretaña hasta 1707), ocupaban una isla, enviaban sus navíos para comerciar en los inicios de un imperio mundial.
Desafortunadamente otras naciones poseían más y mejores barcos.
Los Holandeses en particular, eran rivales de Inglaterra por el control del comercio con America del Norte.
La marina Real estaba tan en decadencia, que para disgusto del rey Carlos II una flota holandesa navegó el Medway en 1667 y destruyó una gran parte de la flota inglesa que estaba anclada.
La prioridad de Carlos a poco de su restauración fue mejorar y fortificar la flota de Inglaterra.
Moray que era lo que hoy podríamos llamar un ingeniero civil antes que un científico tenía en mente un propósito práctico cuando formó la Royal Society.
Los intereses del Gresham College estaban siempre en la tecnología y la ciencia aplicada y trabó estrecha relación con la Armada y los constructores de barcos.
Carlos necesitaba mejores barcos y cañones, por el lado práctico y un sistema confiable de navegación por el lado teórico.
Y en tal sentido hallar un método seguro de medir la Longitud en el mar era de vital importancia. La Latitud era relativamente fácil de determinar, pero la medición de la Longitud era el más acuciante problema de la navegación marítima.
Moray sabía que algunos de los mejores científicos de Inglaterra habían siso Parlamentaristas, que ahora no contaban con el favor del Rey.
¿Podría asociarlos a los científicos realistas en la tarea de reconstrucción y armamento de la Armada?
El rey Carlos obviamente tenía la misma motivación.
Inmediatamente después de reemplazar a Moray con Brouncker como Presidente de la Royal Society, designó a este último como Comisionado para la Armada, Brouncker, con Samuel Pepys como Secretario de Marina trabajaron por muchos años para superar la corrupción, falta de disciplina y escasez de fondos que afligia a la marina. Pepys fue mas adelante también Presidente de la Royal Society.
El problema de determinar la Longitud en el mar fue estudiado cuidadosamente por Newton, Rooke, Wren, Huyghens, Bruce y otros miembros.
Desafortunadamente, los métodos que eligieron aparecían como poco prácticos y otros cien años debieron pasar hasta que John Harrison hallara la solución definitiva al problema principal de la navegación marítima.
Existía entonces un motivo práctico para lanzar al mundo la primera sociedad científica.
El éxito de la iniciativa fue tal que Gran Bretaña llegó a convertirse en la más grande potencia naval sobre el globo y emergió en el siglo siguiente dominando los mares y estableciendo un vasto imperio internacional.

Separación de caminos.

Paradójicamente, el comienzo de la separación de la masonería de la Royal Society lo provocó el Duque de Sussex, Gran Maestre de los Francmasones, que a la vez era Presidente de la Royal Society!
Las razones son complicadas y tienen que ver con el conflicto entre las simpatías Jacobitas y Hanoverianas y con la existencia de dos Grandes Logias rivales en Inglaterra, que recién se unificaron en 1813, justamente bajo la administración de Sussex.
Fue durante la presidencia de Sussex en la Royal Society que las historias de la francmasonería de Moray y Ashmole  desaparecieron de la biblioteca de la Sociedad.
Sussex apoyó el cambio en las reglas de admisión de la Sociedad, removiendo a los aficionados y reemplazándolos con científicos practicantes.

La Royal Society comienza a restar importancia a sus orígenes masónicos haciendo comenzar su historia con Brouncker quitando todo énfasis en el rol fundacional de Moray.
Este nuevo enfoque profesional significaba que la Sociedad ya no era mas una sociedad de eruditos sino una academia de científicos.


Así que después de dos siglos con un destino compartido, la Francmasonería y la Royal Society tomaron caminos divergentes.
Aunque por supuesto muchos cientificos de la Sociedad han seguido siendo masones, entre ellos Sir Alexander Fleming y Edgar Appleton, por ejemplo.
Pero los lazos entre las dos organizaciones, la francmasonería y la Royal Society, que comenzaron a marchitarse hace un siglo y medio, hoy no existen.

La Royal Society llegó a ser la primer organización de científicos profesionales que existe hoy y la francmasonería volvió al silencio de la Logia y la perfección de su ritual.
Puede que la tarea haya sido cumplida: como un hijo de la Ilustración sus valores alguna vez secretos, han sido universalizados tanto que tendemos a tomarlos como una garantía del mundo moderno.
En la esfera civil eso incluye tolerancia religiosa, democracia, secularización, constitucionalismo y parlamentarismo. En la esfera científica, en un tiempo cuando la superstición y la magia gobernaban la razón y la Iglesia afirmaba su monopolio del “verdadero” conocimiento, ellos bregaban por el uso de la lógica y la experimentación al referirse a  asuntos de la naturaleza.
¿Qué hizo la Royal Society dentro de una organización tan exitosa?:
Tomó en préstamo de los primeros francmasones una filosofía y la tornó en una fuerza que cambió la naturaleza del mundo.
Y lo hizo por aplicar un concepto que sostenía que la comprensión proviene de la observación y del experimento y no solo de la filosofía.
El éxito de este enfoque puede verse en todo avance tecnológico y científico.
Sin ese cambio de base en la actitud, no habría ni electrónica, bioquímica, medicina o energía en abundancia. La Royal Society nos dio los beneficios técnicos del mundo moderno que ahora damos por sentados.
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* Nota del T. Se refiere a la “The Spalding Gentlemen's Society for the supporting of mutual benevolence, and their improvement in the liberal sciences and in polite learning",  “Sociedad de caballeros, para el soporte de la benevolencia mutua, y su aprovechamiento en las ciencias liberales y su correcto aprendizaje”


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